El adoctrinamiento en las escuelas catalanas del que habla Rivera, el líder de Ciudadanos, no es algo novedoso. Lleva años produciéndose en la Comunidad Autónoma Vasca y en Navarra.
Las llamadas «ikastolas» y muchos centros públicos de estas comunidades “lavan el cerebro” a su alumnado con la arcadia vasca, la llamada Euskalherria. Miles de escolares, a lo largo de estás últimas décadas, han sufrido y sufren el acoso por parte de aquellos que quieren la creación de una nación vasca.
Los métodos exportados del nacionalismo vasco hacia Cataluña están provocando que estemos a punto de tener ya una generación perdida de catalanes, totalmente mediatizados por el entorno independentista.
Hace años que las competencias educativas deberían haber sido devueltas al gobierno central. 17 modelos educativos diferentes o 17 formas de contar la historia no pueden convivir en un mismo país.
El apoyo nacionalista a los sucesivos gobiernos que se han sucedido ha provocado la indiferencia que estos gobiernos han tenido con el nacionalismo. Durante años se les ha dejado “campar a sus anchas” y así pasa lo que pasa. Ya es hora qué todo vuelva a su ser.