La clase política navarra lleva unos años en los que, cada vez que tiene que ocultar alguna de sus maldades, se enzarza en la creación de comisiones de investigación que sabe que no van a llegar a nada.
La táctica la tiene clara, se piden informes y más informes y así, mientras tanto, va pasando el tiempo, hasta que la desidia acaba por finiquitar la comisión y, “si te he visto no me acuerdo”.
Pero he aquí que, en la ultima comisión creada para conocer lo sucedido con una empresa, Davalor, a la cual el Gobierno de Navarra, de mano de su consejero Manu Ayerdi, había “prestado” miles de euros, a través de la empresa pública, Sodena, sin consultar con nadie. A tenor de lo acontecido, el cuatripartito, consciente de que se ha metido la pata y siendo incapaz de asumir responsabilidades, pretende ampliar la investigación de dicha comisión a la búsqueda de posibles irregularidades en esta empresa pública navarra durante los años de gobierno del que ahora es el principal partido de la oposición, UPN.
Con ello, se pretende presionar para que dicha comisión no investigue todo lo debido, sino que se quede en nada y, así, con ello, eliminar responsabilidades. Así, uno por otro, la casa sin barrer.
Por lo visto, “mal de muchos, consuelo de tontos”, y así, que quede en una comisión sin objetivos, incapaz de investigar nada y “salvar a unos cuantos de la quema”.