Alfonso Cuarón presentó la mejor película de la 75 edición del Festival de Venecia, algo que reconoció crítica y público desde su primera proyección y que fue reafirmado hoy por el jurado al concederle por unanimidad el León de Oro.
Era el gran favorito y ni el hecho de que su amigo Guillermo del Toro fuera el presidente del jurado, ha arrojado dudas a la incontestable victoria del filme más personal de Cuarón, en el que narra en un neorrealista blanco y negro su infancia en Ciudad de México.