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UPN incrementa «desconcierto y sospechas» en la actuación del Gobierno tras Davalor

UPN incrementa «desconcierto y sospechas» en la actuación del Gobierno tras Davalor

La información recabada por UPN sobre el «escándalo» de las ayudas públicas a la empresa Davalor hace «mucho más desconcertante y levanta más sospechas» sobre la actuación del Gobierno en su apoyo, pese a que ahora podría acumular deudas de más de 20 millones además de los 16 millones procedentes de inversores.

Así lo ha indicado en conferencia de prensa el parlamentario regionalista Juan Luis Sánchez de Muniáin, quien ha recordado que el apoyo de la empresa pública Sodena a Davalor, con casi 3 millones de euros hasta la fecha, comenzó con una «apuesta personal por una determinada empresa y un determinado empresario» por parte del vicepresidente Manu Ayerdi.

«Se ha tratado de una apuesta frívola, negligente y temeraria, hecha con dinero de todos, y que se hace sin exigir cuentas ni informes», ha subrayado.

Hoy Davalor Salud está en concurso de acreedores, pero pese a las críticas sobre la actuación pública en su favor y el oscurantismo de las cuentas, en el concurso de acreedores el Gobierno ha decidido demorar el cobro de lo prestado por cinco años, algo para lo que «de nuevo» no se ha contado con informes ni técnicos ni del Consejo de Administración y sin exigir auditorías a la empresa.

«El único supuesto informe con el que se ha contado es uno que no tiene ninguna firma», ha mostrado Sánchez de Muniáin, quien ha rechazado por «no ser ciertos» los argumentos del Gobierno para demorar el cobro de los préstamos y ha calculado que la deuda actual de Davalor puede superar los 20 millones, pero sólo en cuanto a lo que debe a proveedores, trabajadores y otros.

«A ello hay que sumar los 16 millones de euros aportados por los inversores» y que, vista la evolución de la empresa, son «de dudosa recuperación», ha dicho.

También ha cuestionado otras vicisitudes de la empresa, como el supuesto interés de un inversor letón, de lo que no se han obtenido contratos y tan sólo una carta pidiendo información, y ha sido muy crítico con el dato que apunta a que el gerente de Davalor tenía asignados 150.000 euros anuales mientras la empresa sobrevivía gracias a las ayudas públicas.

Las críticas del regionalista han incidido en que, ante la falta de dinero, se prescindió del auditor y no se cuestionó el sueldo del gerente, aunque también ha advertido que parece ser que el auditor no fue cesado sino que renunció ante la imposibilidad de realizar el trabajo encomendado porque no se le facilitaron las cuentas.

Todo ello hace que la de Davalor haya sido una «desastrosa gestión empresarial» que se ha unido a una actuación «sin precedentes» del Gobierno, que ha actuado con «frivolidad» y «falta de garantías en el uso de dinero público». EFE

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