Ecologista, pacifista, defensora de los derechos humanos y protofeminista, Concepción Arenal fue todo eso en el siglo XIX, aunque de ella solo se recuerdan «unas cuantas frases», dice a Efe Anna Caballé, que ha rescatado en una biografía a esta pensadora que «intuía» el futuro.
«Odia el delito y compadece al delincuente» es quizá la frase más conocida de Concepción Arenal (Ferrol, 1820 – Vigo, 1893), una mujer con un «pensamiento impresionante» que ha quedado «oscurecida por la indiferencia general» y reducida a un puñado de consignas, a pesar de haber sido pionera del posterior movimiento feminista en España y de la Filosofía del derecho.