Sonrientes y desafiando la lluvia que caía hoy sobre Venecia, Bradley Cooper y Lady Gaga acapararon toda la atención de la jornada y mostraron la complicidad ganada durante el rodaje de «A Star Is Born» y que surgió cuando descubrieron su conexión italiana.
Entre gran expectación y como las estrellas que son, Cooper y Lady Gaga llegaron a la Mostra cogidos de la mano y sonrientes para la presentación, fuera de competición, del debut del actor en la dirección con un remake de un clásico del cine.
«Cuando nos reunimos por primera vez, después de 10 minutos comiendo pasta, tuvimos una conexión inmediata porque venimos de familias italoamericanas y ambos somos de la costa este de Estados Unidos», dijo Cooper.
En tanto que la cantante resaltó que parte de su familia es de Venecia, por lo que calificó como «un sueño» poder estrenar la película en la Muestra.
Una actriz que reconoció sentirse un poco identificada con Ally, su personaje en la película, aunque reaccionaron de forma diferente a situaciones similares. EFE