Luis del Pino
Ayer, un fanático separatista le partió la nariz a una mujer en Barcelona por quitar lazos amarillos. La mujer tuvo que ser ingresada en el hospital.
Permítanme repasar cómo presentan los distintos medios de comunicación la noticia:
Libertad Digital
Abre con la crónica de Pablo Planas: «Impunidad para los separatistas que agreden a los que retiran lazos amarillos» y muestra a continuación la noticia, firmada por Mariano Alonso: «Ingresada en Barcelona la mujer de un militante de Ciudadanos tras recibir un puñetazo cuando retiraba lazos amarillos».
El País
Lo lleva en lugar destacado, como tercera noticia: «Agredida una mujer que retiraba lazos amarillos en Barcelona».
ABC
Aparece en portada como tercera noticia: «Agreden a una mujer que quitaba lazos amarillos».
El Periódico
Lo lleva como segunda noticia: «Agredida una mujer que quitaba lazos amarillos en Barcelona».
El Mundo
Lo lleva a su editorial: «Los constitucionalistas están desamparados en Cataluña».
El Español
Aparece en portada, junto con otra noticia de las reacciones: «Lazos amarillos: Un independentista rompe la nariz a una mujer».
La Razón
Aparece en portada como noticia destacada: «Rompen la nariz a una mujer mientras retiraba lazos amarillos».
El Confidencial
No lo lleva al titular, pero si aparece en la entradilla de la noticia de apertura, que tiene el título: «Torra se pone de perfil en plena escalada de tensión por los lazos amarillos».
OKDiario
Aparece en portada en lugar destacado: «Los mossos se niegan a detener al independentista que agredió a la mujer».
Hasta aquí los medios «normales». Ante una noticia de relevancia (la agresión a esa mujer), se la destaca y se indica en el titular o el editorial lo que ha sucedido: una agresión.
Veamos ahora los medios «anormales».
La Vanguardia
Lleva la noticia en lugar poco destacado. El titular lo dice todo: «La agresión a una mujer porque sus hijos retiraron lazos amarillos no fue por razones políticas».
O sea, te parten la nariz POR quitar lazos amarillos, pero no es por razones políticas, sino sentimentales, cinematográficas u otorrinolaringológicas. Para esto ha quedado el periodismo en Cataluña. O al menos una parte del periodismo.
Eldiario.es
Veamos qué dice el periódico online de Nacho Escolar, ese periodista tan objetivo que llega hasta el extremo de censurar artículos del 11-M que él mismo publica.
Abre con: «La familia Franco dice que agotará ‘todos los recursos legales’ para evitar la exhumación del dictador».
Sigue con: «El blindaje legal obliga al Gobierno a retrasar la exhumación».
Sigue con: «Las víctimas del franquismo, sobre la exhumación del dictador: ‘No es reabrir heridas porque nunca se han cerrado’».
Sigue con: «Y Primo de Rivera, ¿para cuándo?».
Sigue con: «La Fundación Francisco Franco pide a la jerarquía de la Iglesia que se oponga a la exhumación del dictador».
Bajando mucho por la página, en pequeño, encontramos el siguiente titular: «Denuncian una agresión a una mujer que estaba quitando lazos amarillos en Barcelona».
¿Se dan ustedes cuenta de la sutil diferencia con los titulares de otros medios? La noticia no es que se ha producido una agresión, sino que alguien ha denunciado que se ha producido una agresión. Vaya usted a saber si ha habido agresión realmente. Quizá la señora miente y se ha partido la nariz ella misma.
Público
Para finalizar, Público abre con: «La condena de la Gürtel, la caída de Rajoy y los másters: el año negro del PP».
La noticia de la agresión ni siquiera aparece.
Digo todo esto por si alguien quiere usarlo para algún…¿cómo era aquello? ¡Ah, sí! Para algún «Curso de ética periodística».
Artículo anterior
