Una manifestación ha defendido hoy en las calles de Pamplona la okupación desde hace casi un año del Palacio del Marqués de Rozalejo en Pamplona
Una manifestación ha defendido hoy en las calles de Pamplona la ocupación desde hace casi un año del Palacio del Marqués de Rozalejo en Pamplona y su funcionamiento como gaztetxe Maravillas, una actividad que continúa vigente tras el desalojo policial hace una semana, a la que siguió una reocupación.
La manifestación ha discurrido por varias calles del centro de Pamplona tras una pancarta con el lema «Ez da gaztetxe bat. Mundua ulertzeko modu bat baizik. Maravillas herriarena» (‘No es un gaztetxe, es una manera de entender el mundo. Maravillas, del pueblo’), a la que seguían cientos de personas, muchas de ellas con pancartas y banderas reivindicativas y con logotipos de otros movimientos, como el feminista o el anarquista, entre otros.
A lo largo de la marcha se han podido escuchar numerosos lemas en favor del gaztetxe Maravillas y del movimiento okupa, que ha contado con militantes llegados de gaztetxes de varias localidades de Navarra, y también entre los asistentes estaban representantes de partidos políticos, como Podemos y Aranzadi.
Un grupo de Joaldunak y la comparsa de gigantes del Casco Viejo de Pamplona han animado la manifestación, al igual que varios zancos y malabares.
Una vez en la Plaza del Castillo han actuado unas cantautoras, un bertsolari y un rapero, mientras que dos portavoces del gaztetxe Maravillas han leído en euskera y castellano un manifiesto en el que han valorado que los congregados allí tenían «miles de maneras de entender el mundo», pero «un deseo común: llevar a cabo un verdadero cambio social, que ponga en el centro la vida y las personas».
Por ello, han animado a «organizarnos y luchar» para «construir espacios libres de opresión desde donde tejer solidaridad», han dicho para subrayar que su defensa «no es un gaztetxe, sino una forma de entender el mundo».
También han rechazado que se les acuse de «privatizar un bien público» con la okupación de un inmueble propiedad del Gobierno de Navarra y, muy al contrario, han explicado su teoría de que «tener en desuso un espacio público es hacer un uso privativo del mismo, en cambio hacer un uso comunitario de un espacio que lleva 20 años abandonado nunca será privatizar».
«Las puertas del ‘Maravillas’ siempre estarán abiertas para cualquier persona, le pese a quien le pese», han defendido frente a quienes critican que este gaztetxe solo es para el uso de un determinado movimiento.
Por su parte, otro de los portavoces de la Asamblea, Asier Cabodevilla, ha explicado a los periodistas l.judicial que archivaba la causa abierta para el desalojo de Rozalejo por “tolerancia temporal de ocupación”, aunque esta decisión judicial ha sido recurrida por el Gobierno de Navarra.
Según Cabodevilla, todo esto «no ha sido un ataque contra un gaztetxe sino contra el movimiento popular de Pamplona, de Navarra y de toda Euskal Herria detrás del cual hay un modo de ver el mundo diferente», al tiempo que ha mostrado su incredulidad porque «el gobierno del cambio» con Geroa Bai en la presidencia «haya podido tomar una forma beligerante» de actuar.
Sobre las posibles conversaciones entre okupas y Ejecutivo foral para encontrar una solución, el portavoz de la asamblea ha recordado que ellos «siempre» han estado «dispuestos a hablar, nosotros ya hemos dado pasos y ahora la pelota está en el tejado del Gobierno», si bien ha cuestionado que el Gobierno se diga «dispuesto a negociar cuando ha recurrido el archivo judicial de la causa». NAVARRA INFORMACIÓN/EFE
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