Valla fronteriza en El Tarajal (Ceuta).(EFE).
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Cerca de 200 inmigrantes asaltan la valla de Ceuta para entrar en España lanzando contra la Guardia Civil recipientes de plástico con excrementos, sangre, cal viva y ácidos
Siete guardia civiles han resultado heridos, dos de ellos han sido dados de baja del servicio por las lesiones recibidas, a causa de la violencia empleada en el asalto de los inmigrantes ilegales que, a través de Ceuta, se han colado en España.e
Sobre las 09:00 horas, en la zona perimetral del vallado fronterizo hispano-marroquí, donde se produjo una acción de intrusión de unos 300 inmigrantes subsaharianos mediante la utilización de cizallas y mazos para cortar los mallazos de protección exterior e interior.
Para evitar que la Guardia Civil se acercara a la zona donde se estaba produciendo el intento de entrada irregular, los inmigrantes lanzaron contra los agentes recipientes de plástico con excrementos, sangre, cal viva y ácidos.
Como resultado de la violencia empleada, han resultado heridos de diversa consideración 7 guardias civiles que han tenido que ser asistidos en el Hospital Universitario de esta ciudad, siendo 2 de ellos dados de baja para el servicio por las lesiones sufridas.
En total han conseguido acceder a Ceuta 116 inmigrantes, de los cuales 5 han sido evacuados desde el CETI al Hospital Universitario de la ciudad.
Las Fuerzas Auxiliares marroquíes consiguieron controlar parte del elevado número de inmigrantes que pretendían acceder, contribuyendo a reducir la intrusión.
Tras una entrada de similares características en Ceuta el pasado 26 de julio, cuando más de 600 migrantes accedieron al territorio nacional, hiriendo a más de 20 agentes, las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla han sido objeto de un refuerzo de agentes de la Guardia Civil. En concreto en Ceuta se trata de 3 Módulos de Intervención Rápida, unos 60 agentes, de la Agrupación de Reserva y Seguridad. En cuanto a Melilla han sido otros 3 Módulos de Intervención Rápida, también de la Agrupación de Reserva y Seguridad y un helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil.
Sólo hay una solución a este problema: cambiar las leyes e igual que entran, que los detengan y los expulsen. Sin más. Ya está bien de permitir ataques sin piedad a la Guardia Civil.