Que el gobierno nacionalista vasco de Navarra quiere eliminar cualquier signo del país al que pertenece, España, es algo que queda fuera de duda.
En cualquier campo, en cualquier momento, todas las acciones van encaminadas a conseguir dicho objetivo. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado suelen ser objetivo fácil de estas políticas. Unas políticas que pretenden su marcha, su desaparición de la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra.
Lo que sucede, por ejemplo, con el número de atención 112 es una buena muestra de ello. Qué pocas veces son derivadas estas llamadas a la Guardia Civil y Policía Nacional. La consigna es ignorarlos, así con ello, su importancia se pretende disminuya de cara ala población y con ello, se consideren prescindibles y susceptibles de desaparecer.
No es de extrañar que la Policía Foral que ha tenido que asumir toda la carga de atención de las llamadas del 112, haya protestado al constatar que para ellos se deriva todo, con el consiguiente cansancio que de ello se produce, además de la pérdida de coordinación y convivencia de todas las policías
Tampoco parece de recibo que en las fiestas que, por toda la geografía navarra, se están llevan do acabo, unos de los grandes atacados sean la Guardia Civil y la Policía Nacional.
La Delegación de Gobierno de Navarra debería velar porque estos sucesos no volvieran a repetirse. No vale tirar “balones fuera” o ponerse “de perfil”, solo queda actuar y proteger a quien en situaciones comunes y extraordinarias protege a la ciudadanía.