Ocho de cada diez jóvenes han compatibilizado sus estudios en la universidad con algún trabajo o práctica y una vez finalizados, estarían dispuestos a aceptar un empleo fuera de España.
Según un estudio realizado por la consultora Círculo Formación, especializada en formación y estudios de postgrado, sobre una muestra de 4.384 jóvenes, sólo el 17 por ciento nunca ha trabajado ni hecho prácticas mientras realizaban su grado o carrera.
Del 83 por ciento que sí lo ha hecho, el 34 % ha trabajado en su área de interés, un 32 % ha hecho prácticas gracias a la bolsa de empleo de su universidad y un 17 % ha trabajado en sectores que no tenían que ver con sus estudios.
Analizando el estudio por regiones, los jóvenes españoles que cuentan con una mayor experiencia al terminar la universidad son los que han estudiado en Madrid y Barcelona ya que, en cada ciudad, un 90 % ha realizado prácticas o trabajado mientras cursaba su grado.
Les siguen, los jóvenes que han cursado sus estudios en universidades valencianas (88 %) y de Zaragoza (87 %).
Cuando terminan la carrera, sus expectativas laborales se ven condicionadas por sus aspiraciones salariales.
El 33 por ciento de los jóvenes españoles estaría dispuesto a trabajar en su primer empleo por 15.000 euros anuales, un 67 % trabajaría por 20.000 euros o más, un 28 % se conformaría con esa cifra, un 21 % pediría 25.000 euros al año anuales, un 8 %, 30.000 euros, y un 10 % aceptaría su primer empleo por 35.000 euros o más.
El estudio destaca que el 87 % de los estudiantes consultados afirma que trabajaría fuera de España, mientras que un 13 % afirma que se va a quedar en nuestro país.
En cuanto al tipo de empresa en el que les gustaría trabajar cuando finalicen su máster, un 46 % se imagina en una multinacional, un 20 % le gustaría montar su propio negocio, a un 17 % le gustaría trabajar en una PYME y otro 17 % tiene previsto opositar.
La mitad de los estudiantes afirman que no se encuentran preparados para trabajar después de su grado porque consideran que los estudios universitarios han sido muy teóricos y necesita una especialización práctica, por ello muchos de ellos deciden hacer un máster.
La modalidad de postgrado más demandada es la presencial, un 63 % se decantará por esta opción, mientras que un 23 % optará por uno semi presencial y un 14 %, por un programa en línea.
Respecto a la financiación del máster, el 44 % afirma que lo financiará con sus propios ahorros, mientras que otro 38 % contará con la ayuda de sus padres para sufragarlo.
El estudio se ha realizado entre los asistentes a la última edición de Feria de Estudios de Postgrado, celebrada en 12 ciudades entre los meses de febrero y junio de 2018, de los que el 64 % de los encuestados eran mujeres, el 27 % se encontraba trabajando y el 73 % estaba en los últimos cursos de la universidad. EFE