La primera ministra británica, Theresa May, pidió hoy a Bruselas flexibilidad para que acepte su nuevo plan de salida de la Unión Europea (UE), al tiempo que atacó a sus críticos en el Partido Conservador, cuya presión ha debilitado su posición negociadora ante el «brexit».
Esos fueron los principales mensajes que dejó la líder tory tras una visita de dos días a Irlanda del Norte, donde reiteró su compromiso para mantener abierta la frontera con la República de Irlanda después de este divorcio, clave para sus economías y el proceso de paz.