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Los candidatos acaban las listas mientras crecen los nervios ante la falta de unidad

Los equipos de Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría siguen perfilando las candidaturas para la dirección del PP que mañana votarán los compromisarios en el congreso extraordinario, mientras crecen los nervios en el partido ante lo imprevisible del resultado y la ausencia de integración previa.

Hoy a mediodía se conocerá al nuevo líder del PP y sucesor de Mariano Rajoy, y será después de ese momento cuando empiecen las negociaciones para integrar a los perdedores, aunque en ambos lados admiten que dicha integración va a ser ya muy limitada.

Mañana a mediodía se conocerá al nuevo líder del PP y sucesor de Mariano Rajoy, y será después de ese momento cuando empiecen las negociaciones para integrar a los perdedores, aunque en ambos lados admiten que dicha integración va a ser ya muy limitada.

En cualquier caso apuran las horas con llamadas a los compromisarios y negociaciones con cargos del partido para arañar los apoyos de los indecisos que queden.

La intención de Sáenz de Santamaría, según fuentes de su candidatura, es dar detalle y nombres de parte del organigrama de la dirección que quiere presidir, y en principio diría a quién quiere tener de secretario general -que obligatoriamente debe de ser uno de los 35 miembros de la lista que presente para el comité ejecutivo nacional-.

No es lo que pretende hacer Pablo Casado, que en principio solo dará la lista del comité ejecutivo que propone pero sin adjudicar aún cargos.

Ambos, además, tienen que proponer otros treinta nombres para integrar la Junta Directiva Nacional y se espera que lean tanto una lista como otra en sus respectivos discursos.

Mientras los de Casado aseguran que su candidato no quiere dar detalles para hacer más fácil la integración, y para que cuando gane le ofrezca incluso a Sáenz de Santamaría negociarlo, como asegura a Efe uno de ellos, en el entorno de la exvicepresidenta atribuyen esta estrategia a la inseguridad del vicesecretario de Comunicación.

Y en palabras de un colaborador de Sáenz de Santamaría, Casado no quiere que «se le cabree nadie» y por eso no da pistas del tipo de partido que quiere para tratar de conseguir algunos más apoyos.

En cualquier caso, y aunque ambos equipos se ven ganadores, coinciden en que serán cruciales los discursos de sus respectivos candidatos para terminar de reunir apoyos.

Porque como apunta un dirigente regional del partido, lo que digan, cómo lo digan y los nombres que den va a importar mucho.

Y según algunos, sobre todo los que están del lado de la exvicepresidenta, mucho va a pesar también, para un buen número de compromisarios, lo que Mariano Rajoy ha dicho esta tarde en su discurso de despedida como presidente del partido.

Los cercanos a Sáenz de Santamaría han hecho una lectura clara en favor de su candidata, y creen que la reivindicación que el todavía líder ha hecho de su gestión en el Ejecutivo favorece a la que fue su mano derecha en el Gobierno, porque Casado, en más de una ocasión en esta campaña, ha criticado algunos aspectos de esa gestión.

«Continuad mi obra» es lo que, según asegura a Efe un ‘barón del partido, les ha dicho Rajoy a los compromisarios y candidatos.

Este dirigente, que asegura haber visto «muy nervioso» a Casado durante el discurso, cree también que quienes «quieren» a Rajoy y aprecian todo lo que ha hecho saben que para que continúe esa labor en el futuro el voto debe ir a Sáenz de Santamaría.

Por el contrario, un miembro del equipo de Casado cree que lo que Rajoy les ha dicho a todos «Cuidadme cuando me vaya», y les ha pedido cariño, pero rechaza en cualquier caso que el expresidente del Gobierno le haya leído la cartilla de alguna forma al joven candidato.

En la candidatura de Casado recalcan también a EFE que lo que Rajoy ha hecho cuando ha pedido «responsabilidad» ha sido recordar a ambos candidatos que este proceso de primarias que él abrió al anunciar su marcha «es bueno», y que lo único que tienen que hacer es cerrarlo con un partido unido.

Una idea que prometen tanto Sáenz de Santamaría como Casado, aunque en las bases muchos compromisarios reconocen en los corrillos que temen que un resultado muy ajustado deje el partido muy dividido y tocado.

Esta mañana, la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría anunciaba que la exvicepresidenta «dejará espacios para la integración» en su equipo y prometía, por ejemplo, que incluirá a muchos alcaldes, concejales y presidentes de diputación pensando en las próximas municipales y autonómicas.

Por la tarde, Casado no ha dado pistas de quiénes estarán con él en su lista, pero sí ha insistido en que dejará «un hueco» para contar con su rival y los suyos, porque quiere a los «mejores».

En todo caso, hoy ha habido mucha más cautela que otros días por ambos bandos, y ya no se habla de victorias con altos porcentajes como en los últimos días.

Los candidatos tienen hasta las nueve de la mañana para presentar sus listas, y la mesa de este congreso extraordinario, que preside Ana Pastor, decidirá qué candidato expone primero su proyecto.

Luego se celebrará la votación, y los compromisarios acudirán a las mesas repartidas por orden alfabético, y no por territorios.

De esta forma nunca se sabrá si las previsiones que hacen de apoyos por territorios se cumplen, como tampoco tendrán pistas de quiénes les votaron finalmente.

Por eso el miedo de ambas candidaturas, que sus cálculos siempre acaban en victoria, a que sean muchos los compromisarios que les hayan mentido prometiéndoles un voto que mañana no les darán.

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