Mariano Rajoy en el Congreso Extraordinario tras su dimisión como presidente.
El expresidente Mariano Rajoy ha puesto hoy fin, definitivamente, a su etapa en el Partido Popular. En un discurso enumerativo de sus virtudes como presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha dado carpetazo a su etapa como gestor y director de un partido que vive sus horas bajas.
La loa y la alabanza por parte de todos ha sido una constante que, sin embargo, no esconde una realidad, donde la corrupción y el poco carácter a la hora de afrontar decisiones de importancia, para un país llamado España, han sido una constante en la acción de gobierno de estos últimos años.
Rajoy se ha marchado. Quedan Soraya o Pablo. Quedan dos realidades muy distintas: el avance o un “más de lo mismo”, “un más de lo mismo” o un avance.
La importancia de los resultados de este Congreso es tal que, hasta destacados líderes del socialismo, véase Zapatero, de este país, apuestan por el continuismo en los populares. Un continuismo que podría llevarles a perder el poder unos cuantos años más.
Poco más de 3.000 personas pueden decidir el futuro inmediato de un país. Un futuro lleno de incertidumbres y que no parece pudiera solucionarse con un más de lo mismo o incluso con savia nueva. Los ciudadanos quieren soluciones y, a día de hoy, no existen.
