«El lago de los cisnes», una obra maestra del ballet clásico que cumple 123 años, ha ahuecado sus plumas esta noche en el Real con la versión rigurosa, gótica y creíble que acaba de hacer el Royal Ballet, que ha vuelto al teatro madrileño, tras 20 años ausente, con una propuesta de absoluto «amor y lujo».
El Royal Ballet, que ha estado en el Real solo una vez, en 1997, con «La bella durmiente», estrenó su nueva versión de la coreografía de Marius Petipa y Lev Ivanov y música de Tchaicovsky hace dos meses en el Covent Garden, en Londres, y Madrid se convierte en la primera ciudad donde se presenta fuera del Reino Unido.