El Colectivo de víctimas del terrorismo (COVITE) alertaba ayer de que el acuerdo entre el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Bildu sobre el autogobierno de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), legitima los objetivos que, durante muchos años, los asesinos de ETA han querido imponer por la fuerza de las armas, hasta el punto, de que esta lucha armada, en cierto modo, queda justificada.
COVITE debe recordar, no obstante, que, desde el momento en que se permite a los asesinos de ETA presentarse a unas elecciones y no se ilegaliza, con ello, a sus marcas políticas, ETA ya ha ganado el relato; no le hace falta matar y por ello no mata.
COVITE no debe asombrarse de que el PNV acuerde con Bildu. Sus objetivos son los mismos, conseguir la independencia de la CAV y conseguir que Navarra forme parte de esa independencia. Ahora, además, el PNV controla al Gobierno de España. El apoyo prestado a Sánchez para ganar la moción de censura es su mayor ventaja.
No debe extrañar que, desde hace ya muchos meses, aún estando Rajoy de presidente todavía, los homenajes a presos de ETA hayan sido y sean el orden del día en la CAV y en Navarra; que aprobó unos presupuestos gracias al PNV y que el mismo Rajoy, llegó a gobernar por mayoría absoluta tras prometer, entre otras cosas, la ilegalización de Bildu y sucedáneos. Algo que tampoco hizo.
COVITE y el resto de víctimas del terrorismo tienen aún mucho que pasar. Corre el tiempo y los asesinatos de ETA cada vez están más lejos y el recuerdo de lo ocurrido es cada vez más difícil. De ello se aprovechan el PNV y Bildu y también los gobiernos de España pasados y presentes (Rajoy y Sánchez, pasando por Zapatero)