José F. Feijóo Carrasco
Hace apenas veinte días que D. Pedro Sánchez accedió al poder; todos sabemos de qué manera aunque solo sea por ser la primera de tal forma y manera. No fueron precisos la totalidad de ellos para que, si antes no lo sabía, que lo dudo, comprobase que una cosa es ser populista, crítico con razón o sin ella, predicar, y otra muy distinta es dar trigo y ver que los panes y los peces no se multiplican de la noche para la mañana, ni por generación espontánea. Se ha encontrado con los huesos que para él, antes eran carne.
A los seis días de formar gobierno; por cierto, a cuenta gotas para estar en candelero una semana, pudo también comprobar que en todas las casas se cuecen habas y en algunas a calderadas, ya que su flamante Ministro de Cultura, aquél que odiaba el deporte, tuvo que dimitir, mejor dicho lo dimitieron, por defraudador confeso a la Hacienda Pública. Bien es cierto que ese caso no debiera sorprenderle, teniendo en cuenta lo que su Partido tiene pendiente en Andalucía, en Valencia y en otros lares; eso sin retrotraernos a épocas pretéritas; casos que no parecen existir para la izquierda y para todos los opositores al Partido Popular; la famosa doble vara de medir.
Como apunto, aún no han empezado a gobernar y sus contradicciones son evidentes. Así las ministras de Economía y la de Trabajo, parecen de distinto Partido político puesto de manifiesto en Luxemburgo, pues mientras la primera señala, o garantiza, que se mantendrá el objetivo de reducir el déficit público, la segunda defendió el aumento de las pensiones y gastos sociales, por lo cual la primera no puede garantizar la reducción del déficit, salvo con la subida desmesurada de impuestos; carga de la que es muy aficionado el PS cada vez que llega al poder. No se puede tener la bodega llena de vino siendo borracho.
Otro de los contrasentidos de Sánchez, y del PS, es haber desacreditado a más no poder, al igual que Podemos, los Presupuestos Generales del Estado presentados por el PP, para, una vez sentadas las posaderas en la Moncloa, aseverar que los apoya y aplicará a fin de dar estabilidad al país. Lo del “digo y Diego” lo aplica con frecuencia, quizá en demasía, el PS. No haré mención alguna a la ignominia del PNV por venir de lejos y por respeto a la dignidad humana.
Qué decir de lo que pregonaba en la oposición, sobre la derogación de la Ley laboral, sobre la reforma del Estatuto de los Trabajadores, sobre la derogación de la “Ley Mordaza” y tantas otras reformas para democratizar el país y la devolución de derechos a los ciudadanos, así como eliminar aquellas disposiciones que habían llevado a los recortes en Sanidad y Educación, aún sabiendo que ambas competencias están en manos de las Autonosuyas. De lo dicho nada, ni siquiera en proyecto, como lo de convocar elecciones de inmediato; ahora pretende agotar lo que queda de legislatura si le dejan, claro. Prometer y prometer hasta conseguir, y una vez conseguido olvidar lo prometido.
El Presidente de Extremadura, afirmó en su día, que “los cambios de criterio están en el ADN de la trayectoria de Pedro Sánchez”.
Puede que a Sánchez algún día le ocurra lo que al preguntarle al filósofo griego Aristóteles: “¿Qué se gana con la mentira? Contestase: “Que no te crean cuando dices la verdad”.
José F. Feijóo Carrasco, profesor y ex secretario de Ayuntamiento
Pues ¿que le voy a decir, don José?
El Partido Siempre Opuesto a España, como vengo llamando hace tiempo a ese PSOE al que esta denominación le va mucho mejor a sus siglas que las originales, hace tiempo perdidas, porque, salvo Partido, en el sentido de roto, ni es Socialista, ni es Obrero ni, mucho menos, es Español, se volverá a cargar la estabilidad de España si no es que, esta vez, acaba con ella del todo, como lleva años intentándolo.
Y si después de este proceso de primarias raras del Partido Popular, este partido se reconstruye y el contubernio que cita, fruto del cual este insolvente intelectual y ambicioso sin escrúpulos hasta el infinito, permite que se produzca un proceso electoral limpio antes de convertir España en otra Venezuela, habrá que ponerse manos a la obra para arreglar la nueva ruina económica y, ojalá, la regeneración social, moral y educativa perdidas en estos cuarenta años por acción de unos, izquierda y nacionalismos, u omisión de otros, el supuesto centro derecha que representa el PP, que también tuvo su parte activa en el desaguisado ¿verdad Sres. Aznar, «conde del Majestic y duque de El Escorial» y, en menor parte, Rajoy, «marqués del diálogo sin fecha de caducidad»?
Naturalmente, D. Antonio; comparto lo que expresa. Tengo la esperanza de que, a pesar de lo que indica, España sobrevirá a los desatinos socialistas y podemitas. El Sr. Sánchez ya ha empezado a pagar a quienes lee apoyaron.