Uxue Barkos (c), junto Koldo Martínez y María Solana. EFE/Villar López
La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, en un acto de cierre del curso político de Geroa Bai, ha mostrado su preocupación por la «ola de fascismo» que está a la «puerta de nuestra casa».
En su intervención en este acto político celebrado en Baluarte, la presidenta navarra ha denunciado la existencia de una «ola del fascismo tradicional que nos está asolando y que a mí me asusta», por lo que ha defendido la necesidad de «hacer frente a quienes hoy están poniendo en riesgo nuestro sistema de derechos y libertades».
En este sentido, ha destacado que ver cómo en Estados Unidos se está «enjaulando» a niños, «como hacían los nazis en los campos de concentración», es algo ante lo que «nos tenemos que asustar, nos tenemos que enfadar».
Además, ha apuntado que ver a un ministro italiano que «impide salvar las vidas de la gente que está huyendo de la guerra, del hambre» tampoco «lo podemos aceptar» y por ello «tenemos la obligación de revelarnos, de combatir estas circunstancias».
«El fascismo está la puerta de nuestra casa, tenemos que combatirlo», con las «armas de la democracia y la construcción de un estado social justo y equitativo», ha declarado la presidenta.
En su repaso de los tres años de legislatura, Barkos ha destacado los avances en hacer de Navarra un «espacio de paz y convivencia», para lo que «es imprescindible ser honorables con la memoria», porque «una sociedad en paz es aquella que reconoce a sus víctimas», pero «sin distinción de bandos».
Al respecto, ha declarado que la Oficina de Paz y Convivencia ha atendido «por primera vez» a familiares de víctimas de ETA, porque «nadie les había hecho ni caso», pero también a familiares de la extrema derecha o de funcionarios públicos.
Barkos ha subrayado que los «adversarios» políticos del cuatripartito pensaban que este Gobierno era solo un «paréntesis» breve, pero pronto «comenzaron a entonar el himno del apocalipsis».
La presidenta ha apuntado que, en cambio, este es «el Gobierno de su apocalipsis, porque es el final de su clientelismo y de su gestión».
«Contra todo pronóstico», ha dicho, el nuevo Gobierno ha creado «un marco de confianza y responsabilidad», aprobando tres presupuestos, saneando unas cuentas de la Hacienda Foral que tenía en caja 50 millones de euros, que no llegaban «ni para pagar las nóminas» y negociado un Convenio Económico más ventajoso para Navarra.
Además, en estos tres años se han creado 2.000 empresas más de las que había, por lo que en la oposición «como Nostradamus forales tienen poco futuro».
Barkos ha indicado que el Ejecutivo Foral ha convivido «con el periodo de mayor inestabilidad política en el Gobierno del Estado» y con la época de «recortes y casos de corrupción», aunque ha reconocido que en ocasiones «se ha trabajado razonablemente con gobiernos de Mariano Rajoy», aunque ahora «sin ser subordinados» a otro partido.
Respecto a Pedro Sánchez, ha manifestado que, si atiende las peticiones de Navarra, sobre todo modificar la regla de gasto, tendrá en Navarra «un socio leal».
No obstante, ha censurado la actitud del PSN, «sistemáticamente alineado con las posiciones más reaccionarias» de UPN y PP, por lo que ha hecho un llamamiento a los socialistas a sumarse «a otras fuerzas políticas del cambio».
También ha mostrado su preocupación por la «deriva desnortada» de UPN, un partido en el que «se han puesto unas cuentas medallas de hojalata», pero «hacen daño intencionadamente a la imagen de Navarra en el Estado».
Sin embargo, ha señalado al presidente de UPN, Javier Esparza, que «por cada mentira» dicha en Madrid, el Gobierno de Navarra le devolverá «diez verdades» sobre la realidad navarra.
UPN, ha agregado, está votando en las Cortes «las propuestas más rancias y patrioteras del señor Rivera» y por ello ha advertido a los regionalistas de que «si van a ser el Caballo de Troya para terminar con el autogobierno navarro, ustedes le sobran a Navarra».
El portavoz parlamentario de Geroa Bai, Koldo Martínez, ha reprochado a los dirigentes de UPN que estén «refugiados en sus cuarteles de invierno esperando a que pase la ola del cambio», pero ésta «va a durar muchos años», ha resaltado.
Martínez ha apostado por «profundizar en el cambio que iniciamos hace tres años» y en este sentido ha abogado por desarrollar una política para «incluir a todas y a todos», incluidos los «propios agoreros», pero, sobre todo, a una parte de la sociedad «permanentemente silenciada, permanentemente excluida».
El parlamentario ha defendido los cambios en política lingüística realizados en los últimos años y ha criticado a UPN, PSN y PP por «transmitir a la sociedad que se excluye a quienes no hablan euskera», algo que ha calificado de «mentira política organizada». EFE.
