En una tierra como esta Navarra, que desde “que el mundo es mundo”, sus habitantes coronaban a sus reyes elevándoles sobre un pavés o escudo y al grito de ¡Real!, ¡Real!, que haya ahora representantes políticos que piden que la Monarquía desaparezca y venga una república, cuando menos, lo que hace es sonrojar a más de uno.
La Constitución de 1978 establecía como forma de gobierno en España, la Monarquía parlamentaria. Un sistema al que muchos españoles están acostumbrados, puesto que, desde los mismos orígenes de los reinos cristianos, y no tan cristianos de la península, la Monarquía ha sido, sin dudarlo, el sistema utilizado.
Solamente, durante unos pocos años, este país ha tenido República. La última desde 1931 a 1936, de infausto recuerdo, puesto que provocó nuestra última Guerra Civil. No es este un país, por tanto, que añore una república que generó miles muertos.
Si ahora Izquierda Unida de Navarra solicita un referéndum «vinculante» está en su derecho, el quiz de la cuestión está en si prosperará o no su solicitud, aún con el apoyo del Parlamento de Navarra.
¿No sería mejor hablar sobre los problemas que verdaderamente atenazan a los habitantes de este país, que entretenerse en debates estériles que no llevan a ningún sitio?