A la izquierda, portavoz de LAB en Navarra, Imanol Karrera.
El sindicato LAB ha cuestionado hoy la «estatalización» emprendida por el Gobierno español que afecta a «libertades democráticas colectivas e individuales» en ámbitos políticos, sociales y laborales, que ha llamado a rechazar con una convocatoria de paros de dos horas para el día 30 de mayo
Así lo ha señalado en conferencia de prensa la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, quien ha enmarcado la protesta planteada en el «contexto de involución» emprendido por el Estado español y que tiene «tres ejes», el primero la «recentralización» emprendida con la aplicación en Cataluña del artículo 155 de la Constitución, «un aviso a navegantes y también para Navarra», ha dicho.
La «erosión de las libertades democráticas colectivas e individuales» que a su juicio ha activado el Gobierno estatal con la «represión» por la que ha optado en País Vasco y Cataluña es otra de las patas de esta política, que a su juicio se completa con la de «imponer el modelo neoliberal en todo el Estado».
En este último concepto es donde ha ubicado la «estatalización de las relaciones laborales» objeto del rechazo que marcará la jornada de paros convocada para protestar por la «clara injerencia a nuestro ámbito de decidir» y cuyo objetivo es «cambiar las interlocuciones sindicales».
Este extremo lo ha explicado el portavoz de LAB en Navarra, Imanol Karrera, quien ha expuesto un estudio elaborado por el sindicato que calcula en «más de 120.000» los trabajadores y trabajadoras navarros (que supone más de la mitad de los del régimen general) afectados por el cambio de interlocutores en la negociación colectiva y su «estatalización».
Así, ha señalado que más de 20 sectores (alimentación, residencia, banca y seguros, grandes almacenes, o enseñanza privada, entre otros) con unos 25.000 trabajadores ya tenían un convenio de referencia estatal antes de la reforma laboral.
En ellas, ha advertido de que «al no existir un suelo autonómico, la competencia entre empresas presiona a la baja y condiciona la negociación colectiva en la empresa» y «la no renovación del convenio de empresa conlleva la amenaza de aplicación del convenio estatal».
Por otro lado, Karrera se ha referido como «un paso atrás» los convenios autonómicos que han sido sustituidos por estatales tras la reforma laboral, que afectan a más de 4.000 trabajadores, entre ellos los de Artes Gráficas, Colectividades y Droguerías, aunque la «amenaza» planea sobre otros si no se llega a un acuerdo.
También hay 61.500 trabajadores (Metal, Construcción, Limpiezas) que han sido «invadidos» por el convenio estatal, ha advertido tras señalar que en estos sectores siguen vigentes los convenios autonómicos pero han sido despojados de determinadas materias que ahora se regulan a nivel estatal.
El grueso de los afectados por la tendencia, según LAB, lo completan los cerca de 30.000 trabajadores del sector público navarro, plantilla cuya consolidación y ampliación queda «enormemente limitada» por la normativa estatal en cuanto a tasa de reposición y regla de gasto, entre otros asuntos.
Con todo ello, Karrera ha sido rotundo al asegurar que «la estatalización trae la precariedad en Navarra», y ha sumado su denuncia a la actitud de UGT, CCOO y CEN de firmar convenios que van en esa línea.
En cuanto a otros sindicatos, Garbiñe Aranburu ha reconocido que las relaciones de LAB con ELA «es evidente que no pasan por su mejor momento» al no estar cumpliendo la declaración sobre el proceso soberanista» con el que ambos se comprometieron hace meses.
«Nos parece que el reto que tiene el sindicalismo abertzale es dar una respuesta a ese doble proceso de involución y ligar esa respuesta social a un proceso soberanista, porque no hay cambio social sin cambio político», ha subrayado la líder de LAB, quien ha invitado a ELA a realizar ese debate con motivo de la convocatoria de paros. EFE
