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La otra caballería

En la romería del Rocío hay una caballería complementaria y necesaria, lejos de zahones y sombreros, de flores y volantes y se enfunda su uniforme verde de la Guardia Civil para contribuir a que los miles de romeros que se reúnen en el enclave disfruten de su devoción con la mayor seguridad posible.

La conforman los miembros del Escuadrón de Caballería de la Agrupación de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil que desplaza desde Valdemoro (Madrid), donde tienen su base, a 38 de sus 142 componentes y a 25 de sus 150 caballos.

Pese a que estos números pueden parecer insignificantes ante los cerca de 45.000 equinos que se estiman se concentran en aldea este fin de semana, su labor es de suma importancia en este lugar , lo ha sido también durante toda esta semana en distintos puntos de los caminos de Huelva, Sevilla y Cádiz por los que han transitado las distintas hermandades filiales.

Del dispositivo desplazado, una docena de agentes y equinos, han estado presentes en el Vado del Quema y el paso de Bajo de Guía en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) agilizando el paso y la salida de las hermandades para que no hubiera retraso, ha explicado a Efe el teniente del Escuadrón, Esteban Marcos García.

El resto, 17 caballos y 26 agentes, llegaron a la aldea el pasado 15 de mayo y estarán en este lugar, que este fin de semana se convierte en epicentro de la devoción mariana concentrando a miles de personas -desde hace años se habla de más de un millón- hasta el próximo martes.

Allí, los caballos descansan, se atusan, se desparasitan y alimentan en un recinto ubicado junto a la marisma, frente a la ermita de la Blanca Paloma: «Aquí los habrá igual de cuidados pero mejor no; somos conscientes de que son diez días en los que están sometidos a bastante estrés», asegura Marcos sobre los equinos, entre los que hay de pura raza española (PRE), angloárabes, hispanoárabes, en incluso algunos procedentes de incautaciones en operaciones contra el narcotráfico.

Las tareas del Escuadrón en la aldea del rocío se centran, fundamentalmente, en el orden público y la seguridad ciudadana y en el apoyo en distintos accesos y actos litúrgicos que se celebrarán a lo largo del fin de semana.

Antes de cada servicio, bien sea por la mañana o por la tarde, Marcos- que lleva ocho años acudiendo a la romería como oficial- da a los agentes las instrucciones necesarias para su desarrollo indicándoles las posiciones concretas en las que han de situarse o la forma de actuar en cada caso.

Ayer tarde, por ejemplo, estos se centraron fundamentalmente, además de en realizar patrullas por la aldea, en dos puntos específicos: el desalojo de la ermita y su perímetro para la celebración de la Presentación de Hermandades y el paso de la Hermandad de Huelva por «el charco» y su entrada en El Rocío.

Hoy, explica el teniente, la mayor actividad también se centrará en el entorno del Santuario, donde prosigue el acto de Presentación; importante será también su labor el lunes, cuando con la llegada de las primera luces del día cuatro agentes a caballo acompañen a la Virgen del Rocío en su recorrido procesional por las calles de la aldea para visitar a todas sus filiales.

Se trata, en definitiva, de una forma de vivir la romería a caballo de manera distinta, exenta de diversión y de devoción -aunque esto es más difícil de saber, va en cada agente-, cargada de responsabilidad y servicio público y buscando, únicamente, contribuir a garantizar esa seguridad tan necesaria ante una concentración tan multitudinaria de personas. EFE
Por Laura Ramírez

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