Un péptido del veneno de una serpiente de cascabel de América del Sur, la crotalidicina, mata bacterias sin afectar a las células sanas, según una investigación publicada hoy en Journal of Biological Chemistry.
El hallazgo, liderado por el profesor de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona David Andreu, abre la posibilidad de que haya una alternativa a los antibióticos convencionales a los que muchas bacterias se están haciendo resistentes.
Según Andreu, que es el jefe del Grupo de Investigación en Proteómica y Química de Proteinas de la UPF, el estudio ha demostrado que el fragmento del péptido crotalidicina se dirige a la superficie de la bacteria mediante atracciones electrostáticas, provocadas por diferencias en las propiedades de las membranas.
Esto es así porque, según el trabajo, el péptido es positivo mientras que la bacteria es negativo, lo que le permite matar las bacterias cuando se inserta en la membrana y como las células del cuerpo que alojan la infección tienen membranas neutras no se ven afectadas.
Clara Pérez-Peinado, primera autora del trabajo y actualmente doctoranda en el equipo de David Andreu en la UPF, había descubierto anteriormente que el fragmento conservaba la potencia antimicrobiana del péptido entero pero era inocuo para células no bacterianas, y además muy resistente a las proteasas del suero, una propiedad no habitual en péptidos y muy prometedora de cara a la aplicación farmacológica. EFE