Rafael Moneo, medalla de honor de la Universidad Carlos III de Madrid
EFE.- El arquitecto tuledano Rafael Moneo y el pintor Antonio López han recibido hoy en Getafe sendas medallas de honor de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) en reconocimiento a su trayectoria y en el marco del Congreso ‘La ciudad: imágenes e imaginarios’, que se celebra esta semana en la universidad
La medalla de honor es el máximo reconocimiento que el Consejo de Gobierno de la UC3M puede conceder a personas e instituciones relevantes, como es el caso de López y Moneo, no solo por sus «destacados méritos» en sus respectivos ámbitos artístico o arquitectónico, sino también por «los valores humanos que atesoran».
López, nacido en Tomelloso (Ciudad Real), ha recibido durante su trayectoria profesional numerosos premios y nombramientos, entre los que destacan la Medalla de Oro de Bellas Artes (1983), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1985) o la Medalla de Oro de las Bellas Artes del Ayuntamiento de Madrid (2010), entre otros.
Moneo, natural de Tudela (Navarra), cuenta con el Premio Nacional de Arquitectura (1961), por el anteproyecto de Centro Restauraciones Artísticas (Madrid), el Premio I Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (1992) por el Museo de Arte Romano de Mérida o el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2012), entre otros.
Durante el acto, que ha estado presidido por el rector de la UC3M, Juan Romo, en la biblioteca Carmen Martín Gaite del campus de Getafe, ambos premiados han mantenido un coloquio acerca de la construcción de la imagen de las ciudades, sobre todo de Madrid, a la que ambos «llegaron de provincias siendo unos adolescentes».
«Madrid me parece una ciudad fea, no tiene la belleza objetiva que pueda tener Roma o París, pero parece de verdad, te la crees, con las virtudes y los defectos de las personas en una ciudad», ha arrancado el debate el pintor, quien llegó a la capital con apenas 13 años para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Madrid.
López, que ha retratado muchas partes de la ciudad en su cuadros, como Atocha o la Gran Vía, ha explicado que Madrid ha sido construida «a su medida», con esa «falta de pretenciosidad», algo que es «un valor de lo español, de lo madrileño, algo que tiene que ver con el sufrimiento y la alegría de la vida».
«De vez en cuando ves edificios importantes, pero en la ciudad no hay una estética, es algo hecho para vivir por los hombres», ha recalcado López, quien recuerda que él empezó a pintar paisajes de Madrid cuando «había muy pocos trabajos así», por lo que era «casi empezar de nuevo algo que en otros sitios ya tenía trayectoria».
En la misma línea, el arquitecto Moneo ha incidido en «esa falta de pretensión» de la estructura de Madrid, de «su respeto a la topografía», que es «mucho más próxima a los pueblos que a una ciudad con una planta concreta», aunque para él, ahí reside «su encanto», porque «ha resuelto con más modestia esa topografía».
«Madrid es una ciudad singular, no tan fácil de situar o de trazar un paralelo con otras metrópolis», ha añadido Moneo, quien como López, llegó a esta ciudad de adolescente para estudiar arquitectura «empujado por su padre», pero buscando «ese horizonte que se me había agotado en mi pueblo».
El arquitecto ha dicho admirar «lo bien reflejada que está Madrid en los cuadros de Antonio» con «ese aliento de la ciudad, el aire caliente de la ciudad que sube», mientras que el pintor le ha devuelto el reconocimiento asegurando que «sus edificios, como el del Paseo de la Habana, acentúan la belleza de la ciudad».
«Los arquitectos hemos abusado a veces insistiendo en que los edificios podían verse como objetos aislados, pero cada vez tengo más la sensación de que los edificios no viven solos, están tan imbricados con la ciudad», ha terminado Moneo, quien recomienda a futuros arquitectos «pensar tomando la ciudad como referencia».
