Tras meses de amenazas, el presidente Rodrigo Duterte retiró hoy a Filipinas de la Corte Penal Internacional (CPI), a la que acusó de ataques «intolerables» por tratar de investigar su «guerra antidroga», que suma más de 7.000 muertos.
Lo hizo a través de un comunicado en el que asegura que «Filipinas retira con efecto inmediato su ratificación del Estatuto de Roma», el instrumento constitutivo de la CPI adoptado en 1998 y cuyos 123 miembros actuales incluyen a la mayoría de países de Europa, las Américas y África.