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Índice de Desigualdad de Género o por qué Occidente tiene menos motivos para el 8M

Índice de Desigualdad de Género o por qué Occidente tiene menos motivos para el 8M
Hoy, 8 de marzo, está convocada una huelga feminista, en el Día Internacional de la Mujer, donde hombres y sobre todo mujeres están llamadas a salir a las calles para “reivindicar la igualdad de derechos y oportunidades, así como el fin de todas las formas de violencia machista”.
Al margen de que “violencia machista” siempre me ha parecido una exageración, pues pone a todos los hombres al mismo nivel y las feministas radicales, que cada vez son más, no persiguen al asesino por haber matado sino por ser hombre -en una especie de lucha de géneros, la nueva lucha de clases marxista-, creo que Occidente tiene pocos motivos para participar en esta huelga, pues es en el mundo occidental donde las mujeres tienen un mayor acceso a dicha igualdad de derechos y oportunidades, donde mejor se cumple la igualdad ante la ley y donde es más fácil, para una mujer también, elegir un camino de vida y poder cumplirlo.
Por otra parte, me parece que estamos ante un movimiento cada vez más radical, que no quiere la igualdad real entre hombres y mujeres, que como digo, en el mundo occidental, las democracias más avanzadas ya reflejan, y cada vez más, sino que busca una especie de venganza, ahora quieren ser ellas las que estén por encima, de ahí su discurso “nosotras vs ellos”, en un claro síntoma de división, enfrentamiento y disputa violenta.
De ahí que estos movimientos feministas busquen silenciar a aquellas mujeres que no participan de su discurso y acción, sino que buscan por su lado, y encuentran, esa igualdad. Esas mujeres que demuestran su feminismo cada día en su trabajo o en su familia, pero que no dan su brazo a torcer ante la politización del feminismo “oficial” de movimientos radicales y neomarxistas, que reinventan la Historia a su antojo, y que pretenden utilizar la maquinaria del Estado para imponer su movimiento a todos y utilizar el victimismo para hacer de la mujer un objeto de una realidad paralela (como bien denuncia María Blanco en su libro “Afrodita desenmascarada” -Deusto, 2017-).
Como digo, Occidente tiene menos motivos para secundar una huelga feminista, puesto que es ahí donde las mujeres tienen mejor garantizado sus libertades y derechos, como demuestran infinidad de indicadores y estudios. Uno de los indicadores que mejor lo demuestra es el Índice de Desigualdad de Género, que realiza la ONU, el cual mide la desigualdad entre hombres y mujeres en áreas como la salud, la alfabetización, la política y el mercado de trabajo. En una escala en la que 0 sería una igualdad plena y 1 una desigualdad máxima, la puntuación media por grupo de países es la siguiente (año 2016):
Como demuestra el gráfico, los países más desarrollados son aquellos en los que mayor igualdad real hay entre hombres y mujeres, en contra de la propaganda del feminismo actual. Los países africanos y musulmanes son los que mayor desigualdad de género tienen. Es por ello que el motivo de la huelga debería ser ayudar a estos países a encontrar el camino de liberación femenina. Menos propaganda y más realidad. Para mí feminismo es quitarse el hiyab en Irán o Arabia Saudí, no salir medio desnuda diciendo “mi coño manda” en España, o salir con el torso desnudo en una votación de Berlusconi. Luchar por la igualdad real en países donde no hay; no hacer un relato y hacer creer que no hay igualdad donde más la hay.
¿Apoyo esta huelga? En países donde el movimiento feminista está secuestrado por el relato y la propaganda, por una lucha de género neomarxista, no apoyo nada que tenga que ver con ese circo, más cercano a la ficción. Apoyo la realidad, la lucha de mujeres que saben que viven bajo el yugo del supremacismo masculino, donde ni siquiera pueden salir a la calle vestidas como quieran, sin permiso del marido, tratadas como esclavas. Allí donde haya discriminación de verdad hacia la mujer, allí apoyaré su lucha por liberarse de las cadenas. Allí donde la propaganda nos quiere hacer ver que vivimos en un infierno machista, no. Porque las feministas libertarias tenían motivos de queja y lucha, y así lo demostraron, las feministas del mundo musulmán también en la actualidad; mientras, las “feministas” socialistas anticapitalistas solo saben utilizar a la mujer para su relato de víctima, mientras ignoran el sufrimiento real de las mujeres en aquellos lugares del mundo donde sigue existiendo persecución por ser mujer. Feminismo es Clara Campoamor, las sufragistas británicas, Mary Wollstonecraft, Dambisa Moyo o Ayaan Hirsi Ali, entre otras. Feminismo no es ‘Barbijaputa’ o el colectivo Femen.
* Publicado en La Razón
David Muñoz Lagarejos, politólogo.

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