Los partidos políticos italianos siguen sus ofensivas contra sus rivales y reclaman el voto útil de los muchos electores indecisos, a una semana exacta desde hoy para las elecciones generales del 4 de marzo, que se prevén impredecibles.
En Italia no se pueden publicar sondeos electorales desde el 16 de febrero, pero aquellos datos arrojaban un escenario postelectoral en el que ninguno de los bloques conseguía una mayoría estable para gobernar, aunque la derecha a la cabeza acariciara esa posibilidad.