Si los datos que maneja el principal partido de la oposición (UPN) en el parlamento navarro son ciertos, la campaña de inscripción para los colegios para el próximo curso demuestra que la obsesión por el ‘euskera’ que tiene el cuatripartito que gobierna esta región, es pura utopía, al comprobarse que los padres prefieren la enseñanza en español o en inglés, quedando relegada la enseñanza en ‘euskera’.
Además, el propio gobierno nacionalista de Navarra, incluso, estaría incumpliendo la normativa al conceder aulas en ‘euskera’ en lugares donde la matriculación estaría por debajo de ocho alumnos, límite marcado por ley.
La campaña “el ‘euskera’ hasta en la sopa” parece que está cansando a los ciudadanos. El ser navarro, se caracteriza por su cabezonería. Basta que se quiera imponer algo, para rechazarlo.
Y es que desde que el cuatripartito gobierna esta comunidad, el objetivo, el mono-tema de este Gobierno, no ha sido gobernar para todos los navarros, tal y como prometió la presidenta Barcos cuando tomó posesión, sino gobernar para unos pocos. Unos pocos que, además, quieren imponer al resto sus ideas.
Poco queda por decir, más que desear que la cordura impere y que la libertad de educación sea una realidad en esta tierra, cosa que, por ahora, no parece que ocurra.