Anabel Pascual
China es uno de los principales consumidores y productores de setas, pero la trufa no forma parte de su «tradición culinaria»; sin embargo, parte de su población con mayor poder adquisitivo empieza a valorar la calidad y las aplicaciones de la «Tuber melanosporum» en la alta gastronomía.
El director del Instituto Europeo de Micología (EMI, por sus siglas en inglés), Fernando Martínez-Peña, ha explicado a Efeagro que «hay un interés claro y relevante» para desarrollar paquetes turísticos de valor añadido ligados al trufiturismo (sobre todo, hacia España y Francia, principales productoras de este alimento).
China tiene un «gran potencial» como emisor de turismo de lujo a muchas regiones europeas y hay un «interés alto» expresado por varias instituciones y asociaciones chinas para ofertar productos turísticos innovadores de valor añadido, como el ligado a la trufa para el cliente chino especializado.
Por ello, según Martínez-Peña, el turismo micológico, y en concreto el ligado a la trufa negra, se considera un producto turístico con potencial para dicho mercado, en el que existe un creciente porcentaje de población con alto poder adquisitivo.
A su juicio, además, este interés puede ser una «oportunidad» para el mundo rural europeo, con unas explotaciones truferas que empiezan a diversificar su modelo de negocio hacia el trufiturismo.
El valor añadido de la «Tuber melanosporum» que se produce en España y Francia es que la trufa negra es una de las variedades más valoradas internacionalmente en el ámbito culinario «por sus perfiles aromáticos», ha añadido.
«Hace no más de unos 10 ó 15 años que China ha incorporado la trufa a su consumo, atraída por la gastronomía occidental» y si bien han empezado a explotar parte de su producción trufera de la especie «Tuber indicum», su consumo continúa bajo y exportan la práctica totalidad de lo que recolectan, unas 300 toneladas.
Muestra de ese interés ha sido la reciente invitación de miembros del EMI, entre ellos los españoles Fernando Martínez-Peña y Joaquín Latorre Minguell, a varios encuentros científico-técnicos en el país asiático, organizados por instituciones como la Golden Truffels, la Guangdong Province Health Association y la Feria Internacional de la Trufa de China.
El objetivo es iniciar una colaboración Europa-China en materia de promoción del micoturismo, en especial de la ligada a la trufa, que esperan materializar a lo largo de este 2018.
El Instituto Europeo de Micología ofrecerá también sus conocimientos para mejorar la recolección y promocionar el consumo de la trufa china en dicho país, para generar valor en sus territorios rurales y aumentar la demanda como una forma de estimular el interés por otras variedades de trufas.
En la Unión Europea se produce una media de 100 toneladas de trufa negra o «Tuber melanosporum», con Francia y España a la cabeza, que reúnen un 80 % de la recolección.
En España, las zonas más productivas se encuentran en las provincias de Teruel, Soria, Huesca, áreas de Cataluña, Castellón, Navarra o Guadalajara, entre otras. EFE