Los líderes de la Unión Europea (UE), que celebraron hoy una cumbre sobre el euro sin el Reino Unido, enfriaron las expectativas de emprender a corto plazo la profunda reforma de la eurozona por la que claman las instituciones comunitarias y algunos países, en particular, Francia.
Los jefes de Estado y de Gobierno del club comunitario debatieron hoy por primera vez las propuestas para reforzar la eurozona de cara al futuro, la mayoría puestas sobre la mesa por una Comisión Europea cuyo deseo de profundizar en la integración económica comparte el presidente galo, Emmanuel Macron.
La discusión, de la que no se esperaban decisiones concretas, solo ha generado acuerdo para dar prioridad a las iniciativas menos conflictivas y un calendario que fija como horizonte marzo de 2018 para una nueva cumbre del euro, y junio para consensuar una hoja de ruta con los pasos para los próximos cinco o diez años.