La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) urgió a las potencias atómicas, al recibir hoy el Nobel de la Paz, a unirse al tratado de prohibición de esos arsenales para acabar con la «amenaza» sobre la humanidad.
«Representamos la única elección racional, representamos a los que rehúsan aceptar las armas nucleares como un elemento del mundo. La nuestra es la única realidad posible, la alternativa es impensable», dijo su directora ejecutiva, Beatrice Fihn.