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Empeora la salud de las enfermeras y la atención a los ciudadanos en Navarra, según Satse

Empeora la salud de las enfermeras y la atención a los ciudadanos en Navarra, según Satse

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Según el sindicato de enfermería, Satse, casi la  mitad  de  los  profesionales  de enfermería en Navarra sufren el síndrome del profesional “quemado” y siete de cada diez, estrés, mientras que más de siete de cada diez considera que el ambiente laboral se ha deteriorado y más de 6 de cada diez está convencido de que la atención que se presta a los pacientes en nuestro Sistema Sanitario ha empeorado en los últimos años

Estas son algunas de las principales conclusiones para la Comunidad Foral de Navarra arrojadas por el Estudio “Percepción de estrés  en  los  Profesionales  de  Enfermería  en  España.  Comparativa  2012-2017”, que ha elaborado el Sindicato de Enfermería, SATSE, gracias a la opinión reflejada por el colectivo a través de una encuesta realizada a enfermeras en activo de todo el país durante los meses de febrero y marzo de este año.

Ante esta realidad, SATSE solicita al Servicio Navarro de Salud, que realmente demuestren que la crisis ha pasado e inviertan en los recursos humanos y materiales necesarios para mejorar la atención sanitaria y las condiciones de los profesionales. De manera urgente, hay que aumentar las plantillas en todos los servicios de salud ya que la situación de los profesionales, y del sistema sanitario en general, no solo no han mejorado en los últimos años sino que ambos han empeorado.

El principal objetivo del estudio ha sido realizar un diagnóstico sobre la situación actual de los profesionales enfermeros (salud, condiciones laborales…) y de nuestro sistema sanitario, así como su evolución en los últimos años después de los recortes en recursos humanos y materiales sufridos en todos los servicios de salud.

Hace cinco años se elaboró un estudio de similares características y, tras comparar los resultados del actual trabajo con el anterior, SATSE ha constatado que la situación de los profesionales y del Sistema Sanitario, no solo no ha mejorado, sino que, en muchos aspectos, ha empeorado.

En   la   encuesta   realizada,   los   profesionales   alertan   sobre   sus   malas condiciones laborales, así como del déficit de plantillas, lo que provoca un deterioro de la calidad asistencial que se presta a los ciudadanos. Reconocen que sufren un pésimo ambiente laboral y no tienen tiempo ni recursos necesarios para prestar la atención más adecuada a sus pacientes.

Como consecuencia de esta situación, su salud e integridad física se sigue resintiendo, año tras año, y continúan sufriendo estrés y otras dolencias y enfermedades en un porcentaje muy alto.

Los principales resultados del estudio son que siete  de cada diez profesionales (70%) se siente estresado, cuatro de cada diez (40%), “quemado” y seis de cada  diez  (60%)  sufre  agotamiento  emocional.  Asimismo,  muchos profesionales manifiestan dolencias y síntomas físicos, Por ejemplo, un 95% padece tensión muscular; un 82%, nerviosismo, temor o angustia; un 30% sufre problemas sexuales, y un 73% tiene trastornos del sueño.

Por otro lado, seis de cada diez (63%) cree que la atención a los pacientes ha empeorado, y es que seis de cada diez (63%) considera que no hay personal suficiente, y también siete de cada diez (71%) no dispone del tiempo necesario en su jornada laboral para atender a los pacientes como desearía. Además, casi ocho (77%) de cada diez enfermeras entiende que han empeorado sus condiciones de trabajo, y un porcentaje similar (74%) cree que el ambiente laboral se ha deteriorado.

El hecho de que 60 de cada 100 profesionales, que tienen en sus manos la salud y seguridad de los pacientes, sientan agotamiento emocional, dificultad para concentrarse y tomar decisiones y lentitud de pensamiento es, sin duda, una señal de alarma para los propios profesionales y para los responsables sanitarios.

El Sindicato intensificará su estrategia reivindicativa para lograr, entre otros objetivos, estabilidad laboral a través de nuevas OPEs con plazas suficientes de enfermeras ya que todos somos conscientes de la elevada eventualidad que existe; la implantación de un itinerario  laboral  y  un  sistema  especial  de  jubilación, además de mejoras laborales para profesionales mayores de 55 años;  la implantación  de  la carrera profesional para todos los profesionales enfermeros, y el desarrollo de entornos de trabajo seguros, impulsando las acciones contra las agresiones y los accidentes laborales.

 

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