Los colegios electorales en Austria comenzaron hoy a abrir sus puertas a las 06.30 hora local (04.30 GMT) para unos comicios legislativos adelantados tras la ruptura de la coalición entre socialdemócratas y democristianos.
Unos 6,4 millones de ciudadanos están convocados a las urnas para elegir a los 183 diputados del Parlamento que ejercerán el poder legislativo en los próximos cinco años, en una votación de la que surgirá un nuevo Ejecutivo.
El Partido Socialdemócrata (SPÖ) del canciller federal, Christian Kern; el Partido Popular (ÖVP) del ministro de Exteriores, Sebastian Kurz, y el ultraderechista Partido Liberal (FPÖ) de Heinz-Christian Strache pugnan por liderar el nuevo Gobierno de la república alpina.
Los sondeos más recientes coinciden en vaticinar que el conservador Kurz, de 31 años, es el favorito a convertirse en el próximo canciller federal, al atribuirle un 33 % de los votos, seguido de Kern, con el 27 %, y Strache (25 %).
Según las encuestas, la formación neoliberal Neos, la ecologista Los Verdes y la izquierdista Lista Pilz pueden entrar en el nuevo Parlamento, aunque con porcentajes muy cercanos al umbral exigido del 4 %, algo que no se prevé logren el comunista KPÖ ni las formaciones Liste Roland Düringer y Lista Karl Schnell.
En las elecciones parlamentarias anteriores, celebradas el 29 de septiembre de 2013, la participación en las urnas fue del 74,4 % y el Partido Socialdemócrata resultó el más votado, con el 26,8 % de los sufragios.
En segundo lugar quedó el democristiano ÖVP (24 %), seguido del ultranacionalista FPÖ (20,5 %), Los Verdes (12,4 %), el populista Team Stronach (5,7 %, entretanto inexistente) y Neos (4,9 %).
Aunque la hora de apertura y cierre no es igual en todo el país, las urnas, que en su mayoría abren a las 07.00 hora local (05.00 GMT), quedarán selladas a más tardar a las 17.00 (15.00 GMT) en todos los centros electorales.
Inmediatamente después, la emisora pública ORF publicará unas estimaciones basadas en sondeos a pie de urna, mientras que el resultado provisional del escrutinio oficial se espera hacia las 20.30 hora local (18.30 GMT).
Si fuera muy ajustado, habrá que esperar a la publicación del recuento de los votos por correo el próximo jueves para conocer la votación definitiva.
Una campaña contra la inmigración
El debate de la campaña electoral ha estado dominada por la inmigración en todos los partidos. El plan del conservador es cortar las ayudas económicas a los refugiados por debajo del nivel normal y prohibir que otros extranjeros reciban los pagos si no han vivido en el país durante al menos cinco años. En su último mítin, Kurz prometió erradicar la inmigración y su expulsión y se mostró muy crítico con la entrada de Turquía en la Unión Europea.
«Debemos parar la inmigración ilegal en Austria porque si no no habrá orden y seguridad», dijo el candidato preferido en una entrevista en el tabloide Osterreich. Entre sus propuestas, el conservador quiere cerrar las principales rutas de los inmigrantes en Europa, desde los Balcanes y en el Mediterráneo. Muchos votantes creen que el país fue invadido en 2015 cuando abrieron sus fronteras a la oleada de refugiados que huían de la guerra y la pobreza en Oriente Medio.
Los líderes de los partidos han pedido a los votantes que desconfíen de los sondeos y que se “guíen por el ambiente”, según el líder del FPÖ, Heinz-Christian Strache. El ganador de las elecciones tendrá que buscar un Gobierno de pactos con uno de los dos grandes partidos. Con Kurz y el líder socialdemócrata Kern enfrentados, la ultraderecha del FPÖ se presenta determinantes. Otros tres partidos minoritarios se repartirán entre el 4% y el 6% del electorado. NAVARRA INFORMACIÓN/EFE
