Uxue Barkos y María José Beaumont. EFE
El Gobierno de Navarra ha tomado en consideración en su sesión de este miércoles el Plan Director de la Policía Foral en el que opta por la «exclusividad» de este cuerpo en la Comunidad Foral.
Esto supondrá, ha dicho la consejera de Interior, María José Beaumont, que se deberá desarrollar al máximo el traspaso de competencias al cuerpo autonómico, con las de tráfico y medio ambiente en primer lugar, para 2018, y las de orden público al final del proceso, en 2011.
Beaumont ha reconocido sin embargo que este Plan Director «no se podrá poner en marcha sin una nueva ley de foral de Policías«, bien la planteada por el Gobierno u otra, pero con la de 2015, vigente ahora, «no se podría ejecutar» por su falta de flexibilidad para que la jefatura pueda organizar el trabajo de determinada unidades.
La consejera ha añadido que el Gobierno «tenía hablado» que el modelo de la Policía Foral debía ser el de «exclusividad», que implicará duplicar casi la plantilla del cuerpo, hasta los 2.000 agentes, y además ha sido el más apoyado en el proceso participativo que se ha realizado.
Los otros eran, ha dicho Beaumont, el de «coexistencia actual», para garantizar la supervivencia de la Policía Foral con ofertas de empleo limitadas al relevo generacional cubriendo el déficit estructural; y el de «complementariedad o suplementariedad» con ofertas para cubrir ese déficit, permitir el relevo generacional y asumir competencias las áreas de Tráfico y Seguridad Vial, y Medio Ambiente.
El Plan Director, que se enviará ahora al Parlamento, recoge el marco conceptual utilizado para el diagnóstico de la situación interna y externa de la Policía Foral, incluidos los datos clave sobre gestión de la organización, el análisis de los aportados por los empleados, el estudio de la información obtenida de los grupos de interés y el análisis de la opinión de la ciudadanía.
Son cuatro las grandes líneas estratégicas divididas en 31 objetivos estratégicos y 80 objetivos operativos de carácter finalista e instrumental, y sus correspondientes acciones.
Las cuatro grandes líneas pasan por el compromiso y cohesión interna del personal para la organización y vertebración de la Policía Foral, un modelo organizativo innovador y flexible orientado hacia una gestión eficiente, un sistema de seguridad próximo y proactivo sustentado en la inteligencia, y la asunción en exclusividad y de forma progresiva de las competencias de seguridad pública.
Para implementar el plan se necesitarán al menos 11 equipos de trabajo y 19 estudios sobre asuntos como puestos de trabajo, acceso, permanencia, perfiles formativos, movilidad funcional, evaluación de riesgos físicos y psicosociales, de la formación, o criterios de movilización.
Beumont ha puesto en valor no solo el trabajo desarrollado sino también el proceso participativo, en el que la asunción de competencias exclusivas por parte de la Policía Foral ha sido igualmente la postura apoyada por diversas entidades públicas y privadas.
Un criterio que se corresponde con el acuerdo programático del cuatripartito, en el que se recoge la necesidad de negociar con el Estado el desarrollo escalonado de la Policía Foral, de forma que asuma las competencias plenas materia de tráfico y transportes, seguridad ciudadana, medio ambiente, espectáculos públicos, actividades clasificadas y orden público.
Con este fin, la dirección general de Interior creó en 2016 un grupo de trabajo para redactar un Plan que recoge «los requerimientos específicos de una organización moderna y adaptada a las circunstancias actuales y de futuro», ha subrayado la consejera. EFE
Sólo Geroa Bai y Bildu están de acuerdo con la Ley de Policías de Navarra de Beaumont
