Hubiera resultado extraño que el gobierno nacionalista de Navarra no se hubiera mostrado “preocupado” por una actuación policial, en este caso, la que se produjo ayer en Cataluña. Y es que los miembros de dicho gobierno proceden de unos ambientes en los que se huye, como si la peste de tratara, de los Cuerpos de Seguridad del Estado.
Es de imaginar que a Bildu, principal actor del Gobierno nacionalista navarro, no le habrá gustado nada lo acontecido en Cataluña porque como dice el refrán “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”.
El nacionalismo vasco excluyente que hoy gobierna esta tierra, no podía quedarse de brazos cruzados ante lo sucedido. De momento la protesta y el apoyo a una situación de ilegalidad manifiesta.
Al nacionalismo poco le importa que se hayan cometido actos antidemocráticos y contrarios a la Ley, el caso es salirse con la suya. Vale cualquier método que pueda acercarse a una hipotética independencia.
El Gobierno navarro debería preocuparse más de ser un Gobierno para todos los navarros y no solo para unos pocos; debería preocuparse por realizar políticas activas que mejoren el bienestar ciudadanos. Defender un proceso independentista como el catalán, sólo muestra, a las claras, las intenciones de este Gobierno. Unas intenciones, de momento, paralizadas por la respuesta dada al Gobierno de Cataluña por parte del Gobierno Central, pero que Bildu, Geroa Bai y demás corpúsculos nacionalistas existentes desearían tener para ellos mismos y que ven una respuesta que ni ellos mismos se esperaban.