Wall Street cerró con nuevos máximos históricos del Dow Jones de Industriales, su principal referencia, y del selectivo S&P 500, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq terminó en números rojos.
Al cierre de las operaciones, el Dow Jones subió un 0,19 % y terminó en 22.412,59 puntos, y el S&P 500 progresó un 0,06 % hasta 2.508,24 unidades, mientras que el índice Nasdaq se dejó un 0,08 % hasta 6.456,04 enteros.
Los operadores en el parqué neoyorquino reaccionaron así a la decisión de la Reserva Federal (Fed) de comenzar a partir de octubre la reducción gradual de su abultada cartera de deuda, de unos 4,5 billones de dólares, adquirida tras la crisis financiera de 2008.
Durante toda la jornada los inversores no fueron capaces de encontrar un rumbo claro, pero una vez que la Fed hizo el anuncio, el Dow Jones y el S&P 500 empezaron a escalar posiciones hasta cerrar con nuevos récords.
El banco central tampoco sorprendió al dejar sin cambios los tipos de interés, pero volvió a poner encima de la semana una subida en diciembre, y mejoró en dos décimas su previsión de crecimiento económico para el conjunto del 2017, hasta el 2,4 %.
Al final los sectores en Wall Street cerraron divididos entre los avances del energético (0,72 %), el industrial (0,37 %) o el financiero (0,21 %) y los descensos del tecnológico (-0,52 %) o el de materias primas (-0,16 %).
McDonald’s (1,56 %) lideró las ganancias en el Dow Jones, por delante de Pfizer (1,47 %), Boeing (1,19 %), Travelers (1,10 %), IBM (1,03 %), Walt Disney (0,79 %), JPMorgan Chase (0,70 %), Home Depot (0,65 %), UnitedHealth (0,57 %) o Walmart (0,56 %).
Al otro lado de la tabla encabezó las pérdidas Apple (-1,68 %), por delante de Johnson & Johnson (-1,48 %), 3M (-1,43 %), Microsoft (-0,66 %), American Express (-0,64 %), Coca-Cola (-0,43 %), Intel (-0,43 %), Visa (-0,42 %) o Merck (-0,24 %).
Al cierre de la sesión, el petróleo de Texas subía a 50,29 dólares, el oro retrocedía a 1.303,7 dólares, la rentabilidad de la deuda pública a diez años avanzaba al 2,268 % y el dólar ganaba terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,1903 dólares.
