El aspirante socialdemócrata a la Cancillería alemana, Martin Schulz, trató hoy de conjurar los sondeos adversos exhibiendo confianza en su victoria frente a Angela Merkel y con la promesa de luchar por una Alemania igual de próspera, pero más justa, con él como canciller.
«A Alemania le va bien, pero no a todos sus ciudadanos les va igual de bien», proclamó el líder del Partido Socialdemócrata (SPD) ante centenares de seguidores en Postdam, ciudad vecina a Berlín y feudo tradicional de su formación.