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Es el primero de estas características que se firma en Navarra
La Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra y el Club Deportivo de Cazadores y Pescadores de Baztan han firmado el primer protocolo de custodia fluvial de Navarra para trabajar conjuntamente en la protección del entorno de los ríos Baztan-Bidasoa y Leitzaran, así como en el ámbito de los espacios protegidos de la Red Natura 2000 de la cuenca (Señorío de Bertiz, Velate y Artikutza)
El acuerdo ha sido suscrito esta mañana, en el Parque Natural de Bertiz, por la directora general de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Eva García Balaguer, y por la gerente del club, Ana Altzuri.
La iniciativa nace en el seno del proyecto europeo LIFE-IREKIBAI y recoge las conclusiones del proceso de participación de la pesca en navarra que se ha llevado a cabo el último año. Tiene como objetivo implicar a la ciudadanía en la conservación y mejora de los ríos y en la gestión de las zonas especiales de conservación Natura 2000 de la citada cuenca, tal y como ha indicado la Directora General de Medio Ambiente, Eva García Balaguer, en el acto de firma del protocolo, quien ha subrayado que “queremos formalizar un modelo colaborativo que sea un estímulo para iniciativas similares que se propongan en entornos fluviales de nuestra comunidad”.
De izda. a dcha, Joseba Moreno, ex presidente del Club de Cazadores y Pescadores, Ana Altzuri, gerente, Eva García Balaguer, directora general de Medio Ambiente y Nekane Vizcay, jefa de la Sección de Restauración de Rios y Gestión Piscícola.
«Queremos -ha continuado- que se conozca bien el trabajo que se hace en nuestras instalaciones. Por eso, vamos a potenciar las visitas a la Nasa de Lesaka y a la piscifactoría de Oronoz-Mugairi. Para dar a conocer toda la labor que allí se realiza. Ello va a permitir permite un acercamiento a la situación realidad medio ambiental de nuestros ríos”
Por su parte, la gerente del Club de Cazadores y Pescadores, Ana Altzuri, ha recordado que la asociación tiene ya una larga trayectoria de colaboración con Medio Ambiente. “Todos los años colaboramos con el departamento en los conteos de trucha que se hacen en los ríos del valle, y desde el Club se vigilan, sobre todo, en época estival las regatas con riesgo a secarse”, ha agregado.
El Club nació en 1948 y cuenta en la actualidad con más de mil socios y en Baztan, Urdazubi, Zugarramurdi, Oieregi y Narbarte. La firma de este protocolo pretende consolidar la labor conjunta en gestión piscícola que se lleva realizando desde sus orígenes y avanzar en la realización de más actividades de conservación y divulgación ambiental entre sus asociados y entre la ciudadanía, con el objetivo de que la conservación de estos valores ecológicos redunden en beneficio de las especies piscícolas y los hábitats de la cuenca, así como de las localidades implicadas.
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El acuerdo incluye la colaboración con Guarderio Forestal para realizar estudios técnicos de las especies ligadas al río, acciones concretas sobre el terreno o de mejora de la situación de las especies salvajes. El Club se compromete a formalizar una red de voluntarios estables y a proponer mejoras del ecosistema fluvial y de la gestión piscícola. También contempla acciones de sensibilización para pescadores, otros usuarios del río y la población local para difundir los conceptos de la pesca sostenible.
Diversos factores históricos y geográficos han hecho que el río Bidasoa acumule gran cantidad de obstáculos que interrumpen su continuidad. Como resultado, los ecosistemas se han visto alterados y las especies más sensibles (mamíferos semiacuáticos como el visón o el desmán, y peces como el salmón) han visto reducida o fragmentada su zona de distribución. Esto, unido al aislamiento genético y otros efectos asociados, hace necesaria una colaboración que garantice continuidad y su capacidad para recuperarse y ser vigilante ante nuevas presiones.
Escasez de salmones debido a la falta de lluvias
La escasez de lluvia en primavera ha provocado la merma de salmones en la última campaña de pesca en el río Bidasoa, que finalizó el pasado 31 de julio. Concretamente, este año se han capturado 33 ejemplares, cuando el número de capturas autorizadas ascendía a 78. Según el avance del informe realizado por el departamento, la falta de lluvias primaverales ha provocado que los caudales circulantes por el Bidasoa sean más propios del verano que de primavera, por lo que el número de salmones en el cauce ha sido muy inferior al de otros años.
El primer salmón o “Lehenbiziko” se capturó inmediatamente al abrirse la campaña, a las 7:12 de la mañana del día 1 de mayo. Se trataba de un macho de 80 cm y 4,7 kg., pescado mediante cucharilla en el pozo conocido como “Villanueva”. Posteriormente, a lo largo del mes de mayo tan solo se pudieron capturar otros cinco salmones más, mientras que en junio se pescaron 10 salmones y durante el mes de julio se capturaron 17 ejemplares (el 52% del total).
Como ya viene siendo habitual en otras campañas, los primeros salmones pescados fueron los más grandes y conforme avanzó la temporada descendió el tamaño de los ejemplares. El 61% de los salmones capturados en la temporada eran añales (habían pasado un invierno en el mar) y el 39% eran multiinviernos (habían pasado al menos dos inviernos en el mar).
El 73% de los salmones pescados eran de origen salvaje, mientras que el restante 27% (9 salmones) eran salmones repoblados nacidos y criados en la piscifactoría del Gobierno de Navarra en Mugairi.
Las capturas han estado más repartidas que otros años a lo largo del río. El pozo de “Villanueva” ha sido el más productivo con 12 capturas, 4 se han pescado en Montoia y 3 en el pozo de la Escalera. El resto en otras nueve puntos distintos. Más de la mitad de los salmones capturados en la temporada 2017 se han pescado en el mes de julio.