Un conductor kamikaze con cinco inmigrantes, tres de ellos menores, ha entrado hoy a gran velocidad por la frontera en Melilla, donde han resultado heridos dos guardias civiles cuando procedían a su detención.
El suceso se ha producido esta mañana en Beni-Enzar, el principal puesto fronterizo entre España y Marruecos en Melilla, cuando un turismo ha cruzado «a la carrera y eludiendo temerariamente el control policial en una arriesgada maniobra, claramente premeditada», ha informado la Delegación del Gobierno en la ciudad.
El suceso se ha producido esta mañana en Beni-Enzar, el principal puesto fronterizo entre España y Marruecos en Melilla, cuando un turismo ha cruzado «a la carrera y eludiendo temerariamente el control policial en una arriesgada maniobra, claramente premeditada», ha informado la Delegación del Gobierno en la ciudad.
«El coche, un Volkswagen Golf, matrícula marroquí, accedió a Melilla normalmente, guardando turno en la cola y, una vez en el recinto, al aproximarse al primer control policial, dio un cambio brusco de dirección», ha explicado la Delegación en un comunicado.
El turismo «tomó un carril aledaño y, a toda velocidad, burló peligrosamente los controles policiales, provocando daños en una de las barreras y obligando a los agentes a abandonar sus puestos para no ser arrollados», ha detallado.
Las fuerzas de seguridad han establecido un cerco policial en la avenida de Europa, junto a la frontera, y el vehículo se ha desviado por una calle próxima, «donde su conductor abandona el coche, tira las llaves y a la carrera se da a la fuga», ha relatado.
La Guardia Civil ha logrado detenerle «reduciéndolo» y dos de los agentes han sufrido «contusiones, golpes y arañazos por parte del conductor, que con violencia se opuso a la detención», ha indicado.
Los heridos se encuentran en buen estado tras recibir asistencia sanitaria.
Otro conductor kamikaze logró entrar ayer con nueve inmigrantes arrollando a dos agentes en otro de los puestos fronterizos en Melilla, donde luego abandonó el vehículo y se dio a la fuga.
Las fuerzas de seguridad investigan una «trama mafiosa» que al parecer organiza la entrada de los conocidos como coches kamikaze en Melilla, un método que llevaba dos años sin utilizarse en la ciudad hasta que en marzo pasado se produjo un nuevo caso.
Entonces seis inmigrantes lograron entrar en un coche kamikaze y un policía resultó herido, mientras que en abril otros diez lo intentaron pero el vehículo impactó en el acceso del lado marroquí. EFE