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El Ayuntamiento de Pamplona ha realizado sueltas controladas de larvas de mariquitas (Adalia bipunctata) en 65 ejemplares de árboles de las calles Valtierra, Karrikiri, Arteta y Arcadio Mª Larraona
El objetivo de esta acción, de la que se informa a los viandantes a través de carteles colocados en las zonas escogidas, es testar en Pamplona el uso de mariquitas para el control del pulgón, un insecto del que es depredador.
Los árboles elegidos son Arce de Noruega (Acer platanoides), falso plátano (Acer pseudoplatanus), Caltapa común (Catalpa bignonoide), Hibisco (Hibiscus syriacus) y Tilos (Tilia vulgaris). Y es que es el pulgón y no el árbol el que produce esa molesta melaza que ensucia el pavimento y lo deja pegajoso para los viandantes. El Servicio de Jardines, dentro de su criterio de empleo de la menor cantidad posible de fitosanitarios, ha valorado el uso de esta mariquita endémica, presente en toda Europa, como sistema de control ecológico de plagas.
El proceso consiste en colocar pequeñas cajitas (blister) con fauna auxiliar en su interior. Desde estas cajas las larvas vivas salen y colonizan el árbol alimentándose de las plagas, en este caso pulgón, y es particularmente eficaz en la 4º fase larvaria y en adulto. El pulgón se alimenta de la savia del árbol lo que produce una melaza del pulgón que acaba ensuciando las aceras de las calles y los vehículos, lo que produce quejas de la ciudadanía a través del 010.
Las mariquitas: un gran depredador
No es la primera vez que se usa este insecto en Pamplona, ya que hace unos años se hizo una experiencia piloto en Pío XII, aunque sí es la primera vez que se ensaya en fase de larva y se hace, además, de forma simultánea en tres barrios: Ermitagaña, Rochapea y Chantrea.
Cada mariquita hembra pone entre 40 y 50 huevos al día que eclosionan entre 4 y 8 días después. Las cajitas con larvas se colocan en torno al foco del pulgón, preferiblemente antes de que se extienda. La larva es voraz y el efecto plaguicida dura más al extenderse hasta la edad adulta del insecto.
Como primer paso el Servicio de Jardines ha colocado cajas en los arces de la calle Valtierra; en las catalpas de la calle Karrikiri, los hibiscos de la calle Arteta y los tilos de la calles Arcadio Mª Larraona. La idea es contrastar los datos de cada tipo de árbol y localización para ajustar el funcionamiento para futuras campañas.
El uso de mariquitas contra el pulgón es también una decisión extendida en otras ciudades españolas y localidades navarras como Valle de Egüés. Las ciudades pioneras fueron Barcelona, Madrid y Valencia, en 2008, pero ya hay decenas de localidades en esta lista. La legislación europea apuesta por una línea clara de trabajo para proteger nuestra salud, evitando el tratamiento en espacios públicos con productos tóxicos, a los que el control biológico con insectos, pájaros y otros depredadores y parásitos naturales es una buena alternativa.
