La citación al presidente del gobierno Rajoy para que acuda como testigo por el caso Gürtel, no parece que haya sentado muy bien al partido que lo sustenta, el PP. En un comunicado esencialmente duro contra la judicatura, el PP no entiende el porqué de la citación hacia su máximo exponente y lo considera “un abuso”.
No parece recordar el PP, que este caso, el Gürtel, es uno de los que intenta descubrir, destapar, uno de los mayores casos de corrupción, de financiación ilegal de un partido político y cuyo desenlace dista mucho de conocerse aún.
No obstante, ese afán colaborativo que tanto el presidente Rajoy como su partido, el PP, quieren mostrar con la justicia, así lo han declarado, debería permitir que lo que aún se desconoce de dicho caso, saliera a la luz de una vez por todas, para castigar a los malos y librar a los buenos. Y es que una de las principales cualidades de un político, es la de colaborar con la justicia, por lo que Rajoy, como un máximo exponente de la clase política española, es presidente del PP y también del Gobierno, debería ser el máximo colaborador de la justicia.
El ser presidente no impide que uno sea citado a declarar y más en países como este, pretendidamente democráticos. La independencia del poder judicial es uno de los pilares de cualquier estado democrático, ponerlo en duda, aunque sea indirectamente como se ha hecho ahora, muestra la verdadera cara de aquellos que solo confían en la justicia cuando les va bien.
Si no hay nada que esconder, no debería preocupar a nadie ser llamado a declarar. Poner en duda el proceso, pudiera hacer pensar que “Algo huele mal en Dinamarca”.