Hoy, ETA no entregará el dinero con el que ha comprado, y puede seguir comprando, armas.
Hoy, ETA no entregará a la Justicia a los responsables de los aproximadamente 300 asesinatos que quedan sin resolver.
Hoy, ETA no entregará una petición de perdón a las víctimas de sus crímenes y a la sociedad española, por cincuenta años de sangre derramada.
Hoy, ETA no entregará su carta de disolución.
Hoy, ETA solo hará un paripé propagandístico, para dar a los gobiernos vasco y español, y a todos los partidos políticos, la excusa con la que efectuar concesiones en materia penitenciaria.
Hoy, esos partidos políticos participarán del paripé, para tratar de seguir rindiendo al Estado ante una organización terrorista que ha conseguido ser legalizada y premiada por sus asesinatos. Y que quiere la impunidad total.
Y hoy, la mayoría de medios de comunicación jalearán el acto de propaganda como si fuera algo más que propaganda, y ayudarán a ETA a exigirle al gobierno esas concesiones que buscan en el tema penitenciario.
Mientras los representantes políticos de la banda de asesinos siguen cobrando del presupuesto público.
Mientras el estado español sigue desaparecido, en la práctica, del País Vasco.
Mientras la educación sigue en manos de quienes siempre han compartido los fines de ETA y siempre han sido ambiguos a la hora de condenar sus métodos.
Y mientras a las víctimas, esos molestos testigos de la barbarie de los asesinos y de la debilidad del Estado, tan solo les queda seguir visitando a sus familiares en los cementerios donde ha quedado enterrada cualquier esperanza de justicia.
Luis del Pino, Director de Sin Complejos en esRadio, autor de Los enigmas del 11-M y 11-M Golpe de régimen, entre otros. Analista de Libertad Digital
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Explosivos caducados y pistolas oxidadas. Si eso era ETA ha estado sobrevalorada y si no lo era nos están tomando el pelo.