Los diputados de UPN en el Congreso, Carlos Salvador e Iñigo Alli, han presentado una Proposición No de Ley en la que se insta al Gobierno central “a mantener los compromisos adquiridos con el Gobierno de Navarra para completar la ampliación del Canal de Navarra, manteniendo las cifras de regadío y de caudal previstas en el convenio inicial”. La iniciativa se debatirá próximamente en la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Asimismo, la iniciativa presentada por UPN apuesta por impulsar, a través de la sociedad pública mixta Canal de Navarra S.A. (CANASA), la redacción del proyecto constructivo de la segunda fase “con el mayor caudal posible que permita la transformación de 21.500 hectáreas de la Ribera de Navarra de secano en regadío”.
Por último, se incluye un tercer punto para que en los próximos Presupuestos Generales del Estado se incluya “la consignación suficiente para financiar, desde el liderazgo accionarial del Estado en CANASA, la redacción del proyecto y el inicio de ejecución de la segunda fase del Canal en los términos de máximo caudal posible”.
Los diputados regionalistas recuerdan que el Canal de Navarra constituye “la obra hidráulica española más importante del siglo XXI”, que recorre la Comunidad foral de norte a sur y que es en la segunda fase donde alcanza su verdadera razón de ser, puesto que gracias a su construcción, “más de 21.000 hectáreas de la árida y cálida Ribera de Navarra ahora abocadas inexorablemente a cultivos de secano, podrán convertirse en zona de regadío, permitiendo así el aprovechamiento máximo del potencial que ofrece la zona meridional de Navarra para las generaciones presente y futuras”.
Asimismo, relatan la reunión que hubo el pasado mes de enero entre representantes de los Gobiernos central y navarro “en las que cada uno pudo trasladar sus reflexiones y visión sobre el futuro de esta infraestructura estratégica para Navarra. Y, precisamente, de las conclusiones sobre lo hablado y defendido en estos contactos por los asistentes se deducen algunas dudas sobre el mantenimiento de las previsiones y ambición originales de este trascendental proyecto”.
Así, mientras que la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, trasladó su máximo compromiso con la ejecución de la segunda fase del Canal de Navarra y subrayó “la apuesta total” del Gobierno central con el proyecto que permitirá la conversión en zona de regadío de, en torno a, 21.500 hectáreas en la Ribera, los representantes del Gobierno de Navarra se posicionaron a favor de un proyecto que abastecería únicamente unas 10.000 hectáreas, reduciendo así en la mitad la potencialidad de mejora y progreso de los agricultores de la Ribera de Navarra.
