El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha vuelto a sugerir hoy, como en casi todos sus discursos de los últimos meses, reintroducir la pena de muerte, abolida en 2004, pero esta vez ha propuesto hacerlo mediante un referéndum, único método viable para la reforma constitucional necesaria.
«Ya he dicho antes que si el Parlamento aprueba la pena capital, yo la firmo», dijo Erdogan durante un discurso en la ciudad de Manisa (Anatolia occidental), transmitido por la cadena NTV, en el que hacía campaña por la reforma constitucional que se votará en referéndum el 16 de abril y que, de aprobarse, le entregará todo el poder ejecutivo.