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Podemos y sus franquicias se rompen

A cuarenta y ocho horas del Congreso ‘morado’, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón pugnan por llevarse el gato al agua en Vistalegre-2 (V-2), con dos de las ‘corrientes’ abiertas en el partido: ‘Podemos para todas’ y ‘Recuperar la ilusión’, respectivamente, que presentaron el fin de semana cerca… pero lejos.

Desde la sorprendente irrupción en la escena política del ¿partido? hace sólo tres años  -poco antes de las elecciones europeas de Mayo/2014- sucedieron muchos acontecimientos en la formación que tuvo su origen en la concentración -devenida en estercolero- del 15M/2011 en la Puerta del Sol -con el consentimiento (no se olvide) del dúo Zapatero/Rubalcaba-, del que los medios, sin distinción de línea editorial, se hicieron eco, incluso cuando ya había degenerado y se sabía quién ‘controlaba’ la protesta -un paso más, del bien estudiado programa de la izquierda que no aprenderá la derecha-.

Desde esas europeas, se manifestaron ya diferentes ‘corrientes’ en torno al Podemos Central  del núcleo duro de la Complutense madrileña (Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Luis Alegre) -el más mediático-, que encontró su ‘casa’ televisiva en Cuatro y La Sexta. Junto a ese núcleo ‘asambleario’, aparecían grupos como Izquierda Anticapitalista -“Es la hora de la gente”-, escisión de IU en 2008 y exmilitantes de Liga Comunista Revolucionaria, con Teresa Rodríguez/Kichi (Cádiz), Pablo Echenique (Zaragoza) y Miguel Urbán (Madrid); Democracia Directa -activistas destacados del 15M, con la eurodiputada astur Tania González– partidarios de estructura asamblearia horizontal -o sea, todos iguales- incluyendo Profundización Democrática, Podemos Participar Más, Círculo Enfermeras o Iniciativa Ciudadana; por último, Podemos Confederal – círculos de Gran Canaria, Navarra, Cataluña y Vascongadas-, defensores del “estado confederal, derecho de secesión y derecho a decidir”. Una mezcla que presagiaba ya su difícil convivencia pese al denominador común marxista, pero ya sabemos cómo entiende la democracia esa tendencia.

La primera ‘grieta’ llegó con la dimisión de Monedero -‘padre’ fundador y referente ideológico- poco antes de las elecciones municipales y autonómicas de 2015, salpicado por el cobro -cuando menos poco ‘transparente’- de su ‘asesoría’ a Venezuela y asociados, acusando a Podemos de “perder los principios y frescura del origen» y «parecerse a los partidos de la casta” y discrepante con la estrategia de Errejón  -posiciones políticas moderadas y parecer ‘buenos chicos’-.

El cisma regional comenzó en Agosto siguiente al dimitir ocho cargos del Consejo Regional (CR) de Galicia, discrepantes con el Secretario General (SG) de la franquicia Claro que Podemos –circunstancias personales, dijeron-. Siguió en Octubre, Gemma Ubasart, SG de Cataluña y S Estatal de Plurinacionalidad y Políticas Públicas,  que dimitió alegando motivos personales y desacuerdo «con la filosofía de campaña electoral del 27-S” -Podemos fue con Catalunya Sí que es Pot, ICV, EUiA y Equo-, provocando la disolución del Consejo Ciudadano (CC) al dimitir siete de sus miembros, dando paso a una gestora provisional. Después, se van cinco miembros del Consejo Municipal (CM) de Valencia, enfrentados con Valencia en Común -Podemos, Guanyem y otros movimientos de izquierda-, por “desmovilizar círculos e imponer políticas desde Madrid” -es decir, totalitarismo-, y diferencias de criterio respecto a ceder, sólo al partido, el exceso del sueldo sobre tres veces el SMI. Y, por fin, en Noviembre, dimite la dirección de Vascongadas, también por diferencias con la Dirección Estatal (DE), que impuso nombres en listas a elecciones generales. Así pues, en año y medio, el partido se rompe en las tres ‘comunidades históricas’ por diferencias con la DE. Ruptura que se manifiesta en la formación de listas autonómicas en Galicia y Vascongadas, traducida después en muy pobres resultados electorales en ambas regiones.

Tras las elecciones del 20D -Podemos obtuvo 69 diputados-, Iglesias destituye fulminante y sorprendentemente al Secretario de Organización (SO), Sergio Pascual (Marzo 2016), culpándolo de “gestión deficiente que dañaba ‘gravemente’ al partido” -creo que fue más bien por su afinidad con Errejón-, y trató de cerrar la crisis nombrando a Pablo Echenique -uno de los críticos antes-, que pidió “mayor protagonismo de los territorios, democratización y participación”. Consecuencia: dimite el SG Madrid, Emilio Delgado, y nueve miembros del CC, acusando a Iglesias de “golpe de mano”.

El descenso en intención de voto para la repetición electoral del 26-J, sin duda no ajeno a la dinámica de ceses y dimisiones, creo que tuvo que ver en el acuerdo con IU para formar Unidos Podemos, traducido en la pérdida de un millón de votos respecto a la suma de ambos el 20-D, pese a mantener la misma cifra de escaños -69 y 2-, evidenciando el desgaste de la formación morada, indicativo, a mi juicio, de haber alcanzado entonces su techo electoral -el siguiente paso puede ser la desaparición de IU por ‘absorción’ en Podemos y, tal vez, del ‘avocálico’ Pdr Snchz-.

Sin cerrar la crisis madrileña, se abre otra en Andalucía, donde Ahora Andalucía y Andalucía Plaza a Plaza se unen contra Teresa Rodríguez, denunciando una estructura «piramidal y vertical» y pidiendo sustituir a la SG por una portavocía ‘coral’. En Sevilla hay siete dimisiones críticas con Begoña González, su SGp: “el CC de Sevilla no es espacio de debate, diálogo y decisión política», dicen, acusándola de «prácticas poco democráticas y éticas», «votaciones impuestas», “acumulación de cargos», etc. Y, para que el ‘coro’ -transversalidad dicen algunos- ‘desafinara’ por completo, Castilla La Mancha abre su corriente crítica, Imagina Podemos, pidiendo neutralidad a Iglesias ante su apoyo al SG, García Molina, al que acusan de “llevar un año sin quórum ni legitimidad para tomar decisiones”, mientras en Canarias siete miembros del CC dimiten acusando a la dirección isleña de «falta de democracia interna, ejercicio autoritario del poder y sucursalismo político” y denunciando “amenazas de expedientes y acoso personal y político a quien discrepe o se atreva a preguntar», lo que deriva en la disolución del CC de Gran Canaria al dimitir quince miembros.

Cayó también Luis Alegre, amigo de Iglesias, fundador, organizador de Vistalegre-1, y SG de Madrid desde Febrero-2015, al que diario.es le publicó el domingo el artículo “¿Qué está pasando en Podemos?”, en el que carga contra el equipo de Iglesias por querer «destruir el proyecto”, y apuntando contra Irene Montero, jefe de gabinete; Rafa Mayoral, S RR Sociedad Civil; y Juanma Del Olmo, SG Adjunto del Grupo Parlamentario (GP), llamándolos «conspiradores y cortesanos”, y asegurando que “Pablo se dará cuenta, un año o dos después, de que lo mataron los suyos, pero será tarde» y que, «desde que fundamos Podemos, no he encontrado nada tan dañino para Pablo y el proyecto como la camarilla que, hoy, está dispuesta a destruir todo con tal de no perder su condición de cortesanos, cuatro o cinco personas, suficientes para dar al traste con todo» añadiendo que “votará a Iglesias porque Podemos necesita estar dirigido por él pero no la lista que le acompaña”.

La última fundadora en caer ha sido Carolina Bescansa -«la mejor analista electoral» de España, según Iglesias y ’ejemplo’ de madre, añado yo- aunque no abandonará el partido. Intentó sin éxito un acuerdo de mínimos Iglesias-Errejón para salvaguardar la organización, “pase lo que pase en V-2”, pero rechazando el puesto que Pablo le ofreció en su lista, aunque pretende seguir como SG del GP.

Quedan pues solo dos de los cinco fundadores, el SG y el político, que, tres años después, ofrecen posiciones distintas en lo político, lo organizativo y la estrategia. Tanto que se enfrentarán en V-2 ante la imposibilidad de acuerdo en ideas o listas. El resultado de las primarias marcará el destino de cada uno. Si Iglesias no se impone en la votación de personas y documentos,  piensa abandonar el partido y volver a la actividad docente -de interino, claro-. Algo que ya dijo en octubre… de 2014.

Errejón -único que a día de hoy ha dicho que estará sí o sí en la futura dirección de Podemos- pide no convertir V-2 en «duelo a vida o muerte -así está el patio- y acostumbrarse a gestionar la pluralidad», proponiendo que Iglesias siga de SG -“formamos un buen tándem”, dice- pero presentando sus propias propuestas e insistiendo en que “por encima de todo está el proyecto» y que “nunca será obstáculo» para salir «más fuertes» de la cita, asegurando que, “antes de que Iglesias dimitiera, si perdiese, pondría el cargo a su disposición”, pero un resultado muy negativo para él podría minimizar su papel en el futuro CC y, a medio plazo, tener consecuencias. Los dos saben que Podemos perdería sin el otro y su equipo -ambos, con los anticapitalistas, son el Podemos que desean afiliados y votantes-. Errejón ha dicho en Twitter: «Nuestro reto: construir unidad desde el debate y la articulación de lo diverso», para apostar por un “modelo abierto, más cercano al 15-M que al PP”.

Esta situación caótica se traduce en que el GP Podemos-En Comú Podem-En Marea (esto ya da idea de la disfunción y caos interno) del Congreso desatiende sus funciones institucionales, “distraídos” con V-2, mientras su responsable, Carolina Bescansa, se desmarca diciendo que lo que está pasando en Podemos es sólo una “crisis de crecimiento”.

Con este panorama se llega a V-2 sin atisbo de acuerdo entre pablistas, errejonistas y anticapitalistas. Estos últimos no quieren “llegar a acuerdos de parte” ni aceptar el sistema mayoritario de votación de Echenique –Desborda– que prima la lista más votada, y los errejonistas apostando por un “sistema proporcional puro de listas abiertas”. Veremos si la reunión del CC del próximo día 11 arroja algún tipo de acuerdo previo a la votación.

Lo que está claro es que, desde las fechas del Congreso hasta el sistema de votaciones para elegir CC existe un enconado desacuerdo entre las tres opciones y serán los militantes quienes decidan, aunque, sea cual sea el resultado, la mitad de la organización no estará conforme.

Tal vez, como algunos de sus componentes repiten, «el fenómeno Podemos se estudiará en las universidades», aunque -añado- no sé si como una lección de éxito o de canibalismo político y autodestrucción. Yo me inclino por la segunda opción o, al menos, la quiero. Creo que no hace falta esta opción en la España de hoy. La solución, puede, el próximo fin de semana. O seguirá el culebrón. Mientras, entre ofertas de ayuntamientos, puñaladas y filtraciones, la sombra de Verstrynge es alargada y por ahí anda.

Antonio de la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión

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4 Comentarios

  1. Roberto

    Pablo Iglesias saldrá con los votos de los antisistema. A fin de cuentas el ya habla abiertamente de su estrategia de destruir el sistema desde dentro (el congreso) y desde fuera, con manis, escraches…lo que sea. Monedero vino a a defender a los acusados de terrorismo de Alsasua, se lleva muy bien con Otegi y comparten estrategia para integrar a Navarra en Euskal Herria. Ellos convertirían a España en la Gran Alsasua

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    1. Antonio De la Torre Luque

      Se cumplió el pronóstico -que comento en mi próximo artículo- y espero que ese «rearme ideológico» que presenta el PP tras su Congreso, frene esa estrategia tras la manifestación de ‘patriotismo’ del más «femenino» de los líderes políticos, como él mismo se definió.

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  2. Nemo

    Muy de acuerdo en tan acertado planteamiento. Con ruptura interna o no, con ese nombre u otro, ahí estarán los votantes de la «Nueva Casta», con voluntaria ceguera para los desmanes propios, sin que les importe otra cosa que echar a la Antigua Casta.

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    1. Antonio De la Torre Luque

      Esperemos que se cumpla mi pronóstico de que Podemos -con IU incluida- haya tocado su techo con los resultados de Diciembre 2015, aunque si no se aborda una verdadera reforma educativa, que incluya la recuperación de las competencias por el Estado y un único Plan de Estudios para toda España -con los complementos regionales que se necesiten- el asunto será complicado.

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