Geroa Bai, Bildu Podemos e I-E continúan, ahora parce que sí, que ya es el momento, en su objetivo-meta de arremeter contra la Ley de Símbolos en Navarra. Una Ley de 2003 y que emana de la Ley Básica del Estado de 1981 con origen en el Real Decreto de 1977, antes de la aprobación de la Constitución Española de 1978.
Una Ley, la foral, proclive, como toda Ley, ha ser modificada e incluso derogada. Ahora estos cuatro partidos, miembros que sustentan el Gobierno de Navarra y principales Ayuntamientos -incluido el de Pamplona- amparados en el «acuerdo programático» por ellos suscrito, ven ya el momento de la derogación (en 2016 hablaban de modificación) de la tal Ley que regula su uso y describe el escudo, la bandera y el himno como principales símbolos de expresión de la identidad.
La oposición bien «votará en contra» o bien «defenderá con todos los medios a su alcance los símbolos propios de Navarra». Loable es la postura política, que no es otra que la contraria.
Ante esta tropelía, no por ello inesperada, queda la pataleta.
La pregunta llevada a la reflexión: ¿Por qué, para qué, se redactó y aprobó la Ley de Símbolos de Navarra de 2003?.