La petición que los representantes de UPN (Unión del Pueblo Navarro) han realizado al gobierno de Rajoy ha sido muy clara, que la posible reforma constitucional contemple la eliminación de la Disposición Transitoria Cuarta. Dicha Disposición establece como Navarra podría entrar a formar parte de la Comunidad Autónoma Vasca, pero curiosamente no establece como podría revertirse la situación, es decir, cómo Navarra pudiera volver a ser lo que es hoy y lo que ha sido a lo largo de su historia, cultura y lengua.
En su día, dicha Disposición se incluyó en la Constitución para aplacar la protesta del nacionalismo vasco y así, poder aprobar la norma fundamental de un estado democrático, cual es, valga la redundancia, una Constitución. El gobierno de Adolfo Suárez, de los años posteriores al Franquismo, en la persona del abogado navarro y miembro del partido creado por éste, UCD (Unión de Centro Democrático), Jaime Ignacio del Burgo, hoy en las filas del PP (Partido Popular), cedía Navarra ante el Nacionalismo, para poder continuar así el proceso de transición español.
Tras varias décadas, en los que más de una vez, el actual socio de UPN, el PP, ha tenido responsabilidades de gobierno, la Disposición Transitoria sigue estando vigente, incluso, cuando este partido ha tenido mayoría absoluta. Nunca se ha planteado su derogación y, eso, pese a las promesas electorales de su actual presidente, Rajoy, que cuando ha venido a esta tierra, en campaña, se ha prometido a su eliminación.
Que ahora UPN, lo plantee, cuando ha tenido cientos de ocasiones y años para protestar ante su socio por el incumplimiento de dicha promesa, es lanzar “un brindis al sol”, puesto que es sabedor de que el PP necesita al nacionalismo vasco para aprobar su presupuesto del próximo año y que no va a “desairarlo” con la derogación de la Transitoria Cuarta. Con lo que de nuevo, más de lo mismo, una petición, una promesa y luego nada de nada, hasta que sea demasiado tarde.
¿A caso se antojan nuevas elecciones?
