Los ataques aéreos han vuelto a ensañarse este miércoles con la ciudad siria de Alepo, en la que al menos 46 personas han muerto y otras 106 han resultado heridas por los bombardeos y disparos de artillería en los barrios del este, donde los rebeldes resisten el asedio de la fuerzas gubernamentales, según el portavoz de la Defensa Civil en la provincia, Ibrahim Abu Leiz.
«La mayoría de las víctimas se han producido en los barrios de Al Shaar y Al Sukari», ha detallado este portavoz, cuya organización presta labores de rescate en áreas fuera del control de las autoridades.
Los ataques aéreos en Alepo y sus alrededores han estado suspendidos durante tres semanas, a raíz de la pausa humanitaria de cuatro días que el Gobierno sirio y Rusia, su principal aliado, decidieron guardar de forma unilateral desde el 20 de octubre; sin embargo, los bombardeos se han reanudado esta semana, agravando la situación en una ciudad que soporta ya más de cinco años de conflicto. En cualquier caso, Rusia ha negado cualquier implicación de sus aviones o de las fuerzas gubernamentales en los ataques aéreos de estos días.
Además de los bombardeos, la Asociación de Médicos Independientes, una ONG que trabaja en la ciudad, ha denunciado que un hospital pediátrico situado en el este de Alepo, que atiende a unas 4.000 personas al mes, y un banco de sangre han sido objeto de ataques con barriles explosivos.