Vista general de la tumba de Miguel de Cervantes en el convento de las Trinitarias de Madrid. EFE
El doctor Antonio Alonso, genetista del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), considera «muy interesante» para ratificar con ADN los restos hallados de Miguel de Cervantes en el convento de las Trinitarias de Madrid la línea paterna del autor de ‘El Quijote’ dado que sus ancestros por esta vía están enterrados en Córdoba.
La investigación que impulsó la anterior alcaldesa de Madrid, Ana Botella, llevada a cabo por un equipo encabezado por el antropólogo forense Francisco Etxebarría, concluyó que era posible que los restos de Cervantes estén en el convento madrileño, pero añadía que no se había podido acreditar con certeza absoluta porque no hay ADN.
«La investigación está pendiente de que se pueda identificar algún resto de algún familiar que podamos saber que es ciertamente un familiar, en especial es interesante la línea paterna, que está acreditado que está enterrada en Córdoba, desde el abuelo hasta el tatarabuelo», ha destacado hoy Alonso en un encuentro científico literario organizado por la Universidad Complutense de Madrid bajo el título ‘El ADN de Cervantes’, en el que también ha participado el cervantista Santiago López Navia y moderado el experto en genómica José Manuel Bautista.
En Córdoba están enterrados su abuelo (Juan de Cervantes), un tío abuelo (Rodrigo de Cervantes) y un tío que fue alcalde de Cabra.
Se sabe dónde están enterrados, pero otra cosa es localizar exactamente el enterramiento concreto y tener datos fehacientes fuera del ADN de que ese es tal individuo y a partir de ahí, la posibilidad de obtener el ADN de esa muestra de referencia, para luego cotejarlo con los restos preservados en el convento de las Trinitarias, sostiene.
«En especial obtener datos del ADN del cromosoma Y, y con esa referencia, plantearnos la posibilidad de obtener el ADN de los restos de las Trinitarias, para lo cual habría que hacer un proyecto e intentar hacer esa identificación», ha explicado.
En su opinión, la otra vía de estudio, la de la abuela de Cervantes, Elvira de Cortinas, que fue enterrada en la iglesia de San Juan Bautista, en Arganda del Rey (Madrid), «parece que está descartada» por las reformas que hubo en el templo y la falta de registros.
La madre de Cervantes, por su parte, fue enterrada en una de las iglesias que luego se destruyeron en la época de los Bonaparte.
Para Alonso el problema más difícil es la documentación, que hay que conseguir a través de los archivos, y valorar el interés o no de una prospección arqueológica para buscar esos restos.
El ADN mitocondrial no permite la identificación directa de individuos, pero sirve para establecer linajes, según los genetistas.
Las ventajas que tiene el ADN mitocondrial es que es «un ADN que se mantiene mejor a lo largo del tiempo y tiene en general más cantidad de ADN», lo que, a juicio de Alonso, facilitaría la identificación.
Tras estimar fundamental el trabajo de arqueólogos e historiadores para permitir determinar que la persona que está enterrada allí es un ancestro de Miguel de Cervantes, ha valorado el trabajo de investigación del arqueólogo y escritor Fernando Penco.
Por último, ha señalado que lo que falta ahora es «interés político y recursos» para acabar con la investigación.
Cree que sería «interesante porque ya simplemente la búsqueda del pasado de la genealogía de Cervantes nos ha aportado datos que no conocíamos hasta ahora». EFE
