La victoria del republicano Donald Trump supone el triunfo de lo inesperado en EEUU. Millones de WASP (White Anglosajon Simple Person) han votado a Trump y, por lo visto; también, millones de Hispanos y afroamericanos. Unos por estar sin trabajo, cansados de que las ayudas sociales no les lleguen y se queden en los millones de ilegales que tiene EEUU, otros, temerosos de perder esas ayudas sociales que tanto necesitan y que temían perder ante los millones de ilegales que iba a regularizar la administración Clinton.
Un lema exitoso también, “Make American, grate again”, Hagamos a América grande otra vez, ha calado hondo en la mentalidad de aquellos que quieren que su país siga siendo la gran superpotencia, ante el empuje de países como Rusia, con un Putin muy beligerante, China, con una economía avasalladora en el mundo.
El orden mundial, de las grandes corporaciones, de los grandes bancos, de clubs Bilderbergs, de los lobbies europeos se tambalea a día de hoy. Su dominio en el mundo pudiera disminuir con las políticas, con las acciones de personajes como el próximo presidente de los EEUU, Donald Trump.
Para este país, ante el descarado apoyo prestado a la candidata demócrata, malas noticias. Ayer el propio exministro español de asuntos exteriores, José Manuel García Margallo, se complacía con la victoria de Clinton. ¿Buscará ahora Rajoy, la tan anhelada foto con el presidente de los EEUU? ¿ Este querrá dársela?
Si a los problemas que tiene este país le añadimos este, mal panorama. Pintan bastos para Rajoy y su gobierno.
Se impone una reflexión, el mundo cambia tan rápidamente, que algunos no se enteran.
