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La Hermandad de los Caballeros Voluntarios de la Cruz (HCVC) pone en conocimiento del público en general la carta emitida por el familiar directo de los hermanos Aznar, vecinos de Javier, Navarra, Dña. Mª Luisa Navascués Aznar, en la que se opone a la exhumación de los restos mortales de sus hermanos, sitos en el Monumento a Los Caídos de Pamplona
Mª Luisa Navascués en la misiva deja constancia de los hechos por los que los restos mortales de sus hermanos, junto a otras personas, fueron trasladados a Los Caídos de Pamplona. Estimando que «el lugar en el que descansan sigue siendo el apropiado y, además, en él se reza por sus almas, por la de todos los que reposan con ellos, así como por las de todos los caídos en aquella contienda, de un bando y del otro».
«Por ello es mi deseo que los restos sigan en ese lugar, en el que llevan más de 50 años y no quiero que nos los entreguen pues ni lo hemos solicitado ni entendemos que la actual Corporación del Ayuntamiento de Pamplona quiera corregir la decisión que en su día tomo otra institución, como fue la Diputación Foral de Navarra». «Exijo respeto para la memoria y para los restos de mis familiares y de todos los fallecidos», concluye el familiar de los hermanos Aznar.
Así la HCVC pone en conocimiento que en el expediente Administrativo del Ayuntamiento de Pamplona denominado: «Clausura del Cementerio situado en el Monumento a los Caídos» se precisa que, según el Dossier de la sociedad de estudios e iniciativas ITURRALDE – azterlan eta Ekimenetarako Elkartea – a la que encargó el ayuntamiento la investigación en noviembre del 2015, el objetivo, era recabar información para localizar y hablar con los familiares para sondear su posición. Sin embargo, «nadie contactó, a pesar de lo dicho, con la familia de los Hermanos Aznar».
Asi lo dice el informe en su parte final: «Por lo demás, no hay rastro de esta familia en la zona. Nadie. De este modo nos sugieren que la decisión, en lo que concierne a estos dos personajes corresponde al Arzobispado. O no. Quizá sencillamente al ayuntamiento».
«La memoria histórica anida en el seno de cada familia y debe respetarse para todos». «Juzgará el lector el rigor y respeto mostrado en su contenido», dice el cronista-secretario de la Hermandad, Pedro Juan Urroz.
CARTA COMPLETA de Mª LUISA NAVASCUÉS AZNAR
«Los hermanos Joaquín y Dimas Aznar Zozaya, de 22 y 21 años de edad, eran labradores, naturales de Javier. Salieron voluntarios al frente. El primero murió en Levante, el 2 de julio de 1938, siendo alférez por méritos de guerra.
Al funeral de su hermano en Javier asistió su hermano Dimas, y realizó un comentario “quizá la próxima vez que vuelva al pueblo sea en un ataúd como el de Joaquín”, pese a lo cual tuvo el valor de volver al frente.
Y tristemente así ocurrió. Dimas falleció el 14 de mayo del mismo año, en el frente de Alfambra, por heridas de metralla que le desgarraron el abdomen, siendo sargento igualmente por méritos de guerra. Ambos fueron enterrados en el cementerio de Javier. Entre 1957 y 1958 llegó una propuesta de la Diputación Foral de Navarra, en la que ofrecían a sus padres trasladar los restos mortales de sus hijos a reposaren la cripta del Monumento en representación de los miles de voluntarios de la Merindad de Sangüesa.
La respuesta no fue inmediata, ya que suponía tener los restos de sus hijos lejos de su pueblo, lo que dificultaba visitarles y rezar ante sus tumbas pero finalmente, valoraron más el deseo que los propios fallecidos hubieran tenido y el honor que suponía el ofrecimiento, por lo que aceptaron con orgullo su traslado, que finalmente se produjo en el verano de 1961″, describen desde la HCVC
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